Desde el conflicto que Oğulcan tuvo en casa con su familia, el joven está tomando malas decisiones en su vida.

Con una actitud muy rebelde y alejado de aquellos que lo quieren, ha comenzado a juntarse con Sarp, que, aunque no sea la influencia más positiva, le está dando la atención y apoyo que necesita.

El problema de Oğulcan con su padre Orhan comenzó debido a su mala conducta en el colegio por ser tan distraído en clase. Para remediar la situación, los jóvenes han llevado a cabo un plan muy peligroso: infiltrarse en el Ataman durante la noche para robar las preguntas del próximo examen.

Oğulcan, no acostumbrado a este tipo de acciones, se ha sentido inseguro y nervioso. Sin embargo, también ha disfrutado ser el «chico malo,» como le ha dicho Sarp.

Esta vez han tenido suerte y no los han pillado, aunque se han salvado por los pelos. ¿Qué pasará?

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