Las autoridades italianas multaron y bloquearon durante 60 días al barco de Médicos Sin Fronteras, el Geo Barents, tras atracar este lunes en el puerto de Salerno después de recuperar en el mar a 191 migrantes en los últimos días en diversas operaciones de rescate.
La acusación es de haber violado reiteradamente las disposiciones del Gobierno sobre la actividad de las oenegés de rescate de migrantes por no comunicar a los órganos responsables de la seguridad en el mar sobre las operaciones de salvamento realizadas, una imputación que la organización rechaza tajantemente.
Es una «decisión inhumana» que «detiene la actividad de MSF en el Mediterráneo central. Esta es la tercera vez que nuestro barco es sometido a una medida punitiva de este tipo por haber cumplido con su obligación legal de salvar vidas en el mar”, afirmó la oenegé.
Según concretó, el 23 de agosto «llevó a cabo cinco operaciones de rescate» y fue sancionada por no proporcionar información oportuna de la tercera, después de hallar «un gran número de personas cayendo o siendo empujadas al agua desde un bote de fibra de vidrio». «El equipo de rescate no tuvo más remedio que sacar a la gente del agua lo más rápido posible», aseguró MSF.
Entre los 191 migrantes que desembarcaron en Salerno había tres mujeres y 23 menores no acompañados.
Estrategia de Meloni
El Gobierno italiano, que preside la ultraderechista Giorgia Meloni, ha complicado las tareas de las oenegés como parte de su política migratoria, al obligarlas a hacer un solo rescate, enviarlos a puertos muy lejanos o bloquear las naves hasta 60 días si no siguen sus indicaciones.
Mientras, el velero Nadir de la organización Resqship consiguió rescatar a 43 personas en peligro en una barcaza.
«En las mismas horas, el Geo Barents es bloqueado en el puerto durante 60 días por las autoridades italianas bajo la absurda acusación de haber violado la ley. Cualquier excusa es buena para bloquear a las ONG e impedirles salvar esas vidas que Italia y la Unión Europea quisieran en el fondo del mar, encerradas en campos de concentración, abandonadas en el desierto», denunció MSF.
Según agregó, rechaza todas las acusaciones de las autoridades italianas, «que se basan en información proporcionada por la Guardia Costera libia«, al que considera un organismo «acusado por Naciones Unidas de complicidad en graves violaciones de derechos humanos en Libia», entre ellos «crímenes contra la humanidad, de colusión con traficantes o de ser responsables de devoluciones en el mar».
Saturación en Lampedusa
El buque de la oenegé Emergency llevó a cabo cinco rescates en aguas internacionales de un total de 259 náufragos estos últimos días. «El puerto seguro asignado por las autoridades italianas es Ancona, a cuatro días por mar», explicó la española Anabel Montes Mier, jefa de misión del barco Life Support de esta entidad.
En los últimos días, el centro de acogida de la isla italiana de Lampedusa (sur) llegó a tener hasta 900 migrantes, más del triple de su capacidad.
Los migrantes que han llegado a las costas italianas en lo que va de año han sido más de 40.100 respecto a los 113.000 del mismo periodo del año pasado, según datos del Ministerio de Interior.
