El rayo en Vallecas fue Dani Olmo. Su entrada en la segunda parte tuvo un efecto asombroso en el equipo. No es exagerado decir que cambió radicalmente al equipo. Olmo desenredó al Barça y marcó el gol de la victoria con una acción de futbolista diferencial. Su primera aparición fue una declaración de intenciones. Un giro marca de la casa para limpiar la jugada, plantarse en el área y ser objeto de un posible penalti.
En un partido muy espeso, aportó claridad y desequilibrio, pero sobre todo la pausa y precisión que les falta a futbolistas como Ferran y Raphinha. Ferran yo no salió en la segunda parte y Olmo activó al Barça con madurez y sentido en cada acción. Lo hizo donde más le gusta, en la mediapunta, en ese espacio de tres cuartos que es su zona de confort.
Suyo fue un disparo al travesaño desde muy lejos. El balón salió durísimo desde 25 metros. La carta de presentación de Olmo fue la de jugador grande. No solo dejó acciones individuales de jugador diferente, también mejoró a sus compañeros. Sobre todo a un Pedri al que le cambió la cara con la entrada al campo de Olmo.
Los datos de Olmo
Tiempo: 45 minutos
Goles: 1
Remates: 3
Pases acertados: 21
Faltas recibidas: 1
Una sociedad temible
Los dos pueden formar una sociedad temible porque entienden el fútbol de la misma manera. Ambos comparten un primer control temible y encuentran soluciones a las situaciones más complejas. Los dos se asociaron con naturalidad y firmaron una de las jugadas del encuentro. Olmo encontró a Raphinha y el brasileño a Pedri, que firmó el empate desde dentro del área. El Barça fue otro en la segunda parte a partir de los pies de Olmo, que tuvo un impacto inmediato en el equipo.
En su primer partido con el Barça fue un gigante y mostró otra de su grandes cualidades: su espíritu competitivo. En un Barça agresivo en la segunda parte, el gol anulado a Lewandowski tras la intervención del VAR, fue el único borrón para que la fiesta fuera completa. Un pisotón de Koundé en el inicio de la jugada evitó que subiera al marcador una gran finalización del ariete.
Olmo hará más fácil la vida a Lewandowski. También a Lamine. Entre los dos fabricaron el segundo gol. El definitivo. El de la victoria. El extremo encontró a Olmo en el área, algo escorado, pero con la habilidad para ajustar un balón imposible en el área. Un control con la izquierda y un disparo que fue puro veneno. Los dos parecieron marcar la hora en la celebración. Los dos protagonistas, Lamine y Olmo; dos futbolistas que deben ser diferenciales esta temporada. Lo fueron en Vallecas, Lamine todo el partido, Olmo en la segunda.
El ex del Leipzig tuvo el impacto en el equipo de los fichajes estrellas. Tras dos partidos esperando ser inscrito, en su primera oportunidad asombró al barcelonismo. No vendrá Nico Williams, pero Dani Olmo ya está aquí y ha empezado a lo grande. Con una actuación de MVP.