Un hombre que había sido denunciado por sus vecinos, en la barriada palmesana de sa Vileta, por tener la música muy alta acabó detenido en la madrugada del domingo por amenazar e insultar a los agentes de la Policía Local, y por apedrear el coche patrulla desde el balcón de su casa.
Los hechos, según informa la Policía Local de Palma , ocurrieron sobre las una y media de la madrugada del pasado domingo, cuando una patrulla de la Unidad Nocturna (Unoc) se dirigió a una calle de la barriada de sa Vileta para resolver una queja vecinal por ruidos y música alta.
Al llegar al lugar, los policías se entrevistaron con un vecino en la calle, que reconoció ser el causante de las molestias. Los agentes le solicitaron la documentación, y respondió que la tenía en su casa, justo frente de donde estaban, por lo que los tres fueron hacia el domicilio.
Cuando estaban en el rellano del domicilio y ya les había dado el documento nacional de identidad, el individuo empezó a insultarlos con frases obscenas y desprecios. Ante esta actitud repentina, los agentes le dijeron que lo denunciarían por estas manifestaciones y le pidieron que les acompañara al coche patrulla donde rellenarían las denuncias y le darían la copia correspondiente.
En aquel momento, el hombre entró en su casa y, después de cerrar la puerta, siguió con los insultos y desprecios alusivos a la condición de agentes de los actuantes. Para evitar un incremento de la tensión y dado que ya disponían de la identificación completa, los policías decidieron bajar hacia el coche patrulla y, al llegar, vieron que el parabrisas presentaba una fractura parcial producida por un impacto con un objeto contundente.
Un vecino les dijo que cuando ellos estaban en el edificio, la persona que subió con ellos, había lanzado, desde el balcón, objetos que parecían piedras sobre el coche policial y que una de ellas había impactado en el parabrisas.
Los agentes volvieron subir al domicilio del previamente identificado y esta vez les abrió la puerta voluntariamente y salió al rellano. Entonces le detuvieron por un presunto delito de daños intencionados.
Durante el traslado a las dependencias policiales, el detenido, español de 34 años, mantuvo una actitud insultante y golpeó el interior del vehículo policial en repetidas ocasiones. Dado que, cuando ya estaban en el edificio de Sant Ferran, solicitó atención médica, otra dotación le condujo en el hospital de Son Espases.
En el trayecto golpeó la mampara de seguridad, provocando algunos daños y ya en el servicio de urgencias, fue necesario asegurarlo de manos y pies para evitar que lesionara a otros o a sí mismo, todo ello con más insultos y amenazas de muerte hacia los agentes.
El detenido quedó ingresado y al regresar a la División de Policía Judicial, los agentes ampliaron la denuncia inicial, por lo cual el instructor del atestado añadió el delito de amenazas a agentes de la autoridad.
Las penas por estos delitos pueden llegar a los 3 años de prisión y a los 24 meses de multa.