Siguen sucediéndose los terremotos en la casa real noruega. A uno de ellos la prensa de país nórdico ya lo ha bautizado: el ‘caso de Marius Borg‘ (el otro quebradero de cabeza para la institución que encabezan los reyes Harald V y Sonia es el asunto de la boda de la princesa Marta Luisa con el chamán estadounidense el próximo sábado, y la venta de la exclusiva de los fastos a la revista ‘¡Hola!’ y a Netflix). El primer escándalo se refiere a Marius Borg Høiby, el hijo que tuvo hace 27 años princesa Mette-Marit de Noruega, antes de casarse con el príncipe heredero Haakon Magnus. El joven ha de declarar esta semana ante la policía tras salir a la luz dos nuevas denuncias por violencia machista y agresiones por parte de otras dos mujeres, que se suman a la que le interpuso a primeros de mes su novia actual, la primera que lo denunció y por lo que estuvo detenido. Ahora, la reputación de Borg, y por ende, la de su familia, que es la familia real, ha bajado más enteros tras la publicación de unas fotos vergonzantes en primera plana del diario alemán ‘Bild’.
Pistola en mano, sin camiseta, con fajos de billetes asomando por el pantalón en una juerga privada a finales del año pasado. Y el titular que acompaña a la imagen de Marius Borg: «No se arrepiente de nada».
«Vida desordenada»
La foto da cuenta de la «desordenada vida» que lleva el primogénito de Mette-Marit. «Pistola en mano, cintura llena de billetes. Esta impactante foto de Marius Borg deja claro lo mal que están las cosas para el hijo mayor de la princesa heredera Mette-Marit. ¿Su vida? Bastante fuera de control. ¿Su reputación, su familia, la imagen de la familia real noruega? A él no parece importarle en absoluto», sentencia el diario ‘Bunte’, que también se hace eco del mismo retrato.
Según el citado medio, Marius Borg no se arrepiente de nada. Tanto es así que «ya está saliendo de fiesta otra vez e, incluso, se ha vuelto a ver con la víctima«, recoge el diario. Una versión que contradice las declaraciones que ofreció el joven en un comunicado al poco tiempo de conocerse su arresto en las que admitió que padece «problemas psicológicos» y que cuando, supuestamente, atacó a su exnovia estaba bajo los efectos de las drogas y el alcohol. «Sucedió algo que no debería haber sucedido», indicó en un breve comunicado. Un consumo de sustancias por parte del hijo de Mette-Marit que es habitual y tiene mucho que ver con la «vida desordenada» que lleva, según la prensa alemana.
Una fuente próxima al chico ha asegurado a ‘Bunte’ que tanto Haakon de Noruega como su mujer Mette-Marit están «completamente informados» de las «aventuras» de Marius. Las autoridades ya ha informado varias veces de su comportamiento a la pareja real, pero «nadie ha tomado ninguna medida porque la futura reina consorte le protege».
Reacción de Haakon
Sin embargo, en un reciente acto oficial el príncipe Haakon ha roto su silencio sobre el primogénito de su esposa, y entre otras cosas, ha revelado que no ha visto la foto de la discordia de Marius, pero sí ha confirmado que Marius dispone de pasaporte diplomático desde niño, algo que ha encendido aún más la polémica en la opinión pública del país.
«Es un asunto serio y nos preocupa que todos los involucrados reciban ayuda y apoyo, que tengan buena gente a su alrededor», ha expresado Haakon a la cadena pública NRK a su llegada a una feria sobre el sector energético comenzó este lunes en la ciudad noruega de Stavanger. Sus palabras sobre la «necesidad de ayuda de todas las partes«, se comprenderían tras las palabras de Borg en su comunicado, en el que reconoció la agresión del 4 de agosto, y explicó también que estaba bajo los efectos del alcohol y otras sustancias, además de confesar que padece varios «trastornos mentales».
