El Gobierno de Venezuela ha lanzado duras acusaciones contra Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, acusándolo de «apoyar un golpe de Estado fascista» en el país. Estas declaraciones se produjeron después de que Borrell afirmara que las autoridades venezolanas no han presentado «las pruebas públicas necesarias» para reconocer a Nicolás Maduro como presidente reelecto.

El ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil, expresó su rechazo a las declaraciones de Borrell a través de su cuenta de Telegram, calificándolas de «una muestra del odio y complejo» del alto representante europeo. Gil acusó a Borrell de seguir las órdenes de Estados Unidos y de adoptar una «conducta intervencionista y neocolonial».


Estas acusaciones se produjeron tras las declaraciones de Borrell el sábado, en las que afirmó que la Unión Europea solo aceptará y reconocerá resultados verificables de forma independiente para garantizar que se respeta la voluntad del pueblo venezolano. «Mientras no veamos un resultado que sea verificable no lo vamos a reconocer», afirmó este en un encuentro ante la prensa. «Todo el mundo tiene que poder constatar cuál es el resultado de una elección […] Prácticamente hemos perdido la esperanza de que se produzca», añadió.

En su comunicado, Gil denunció que el mensaje de Borrell no solo es una afrenta a la dignidad nacional, sino que también es un «burdo panfleto» que reivindica como válida la «estafa del fascismo» que difundió documentos forjados y espurios. Además, pidió a la Unión Europea que se abstenga de emitir opiniones sobre asuntos que competen exclusivamente a los venezolanos, advirtiendo que el «irrespeto continuado a la soberanía e independencia de Venezuela» tendrá consecuencias en las relaciones diplomáticas entre ambas partes.

Además, en el comunicado, la Administración de Maduro ha advertido a la UE de que su «irrespeto continuado a la soberanía e independencia de Venezuela y sus poderes públicos» se puede convertir en «un nuevo salto al vacío que afectará, de manera considerable, las relaciones diplomáticas, políticas y económicas».

Gil también calificó el comunicado de la Unión Europea como una «vulgar chapuza» que quedará registrada en los anales de la vergüenza diplomática mundial. Aseguró que su Gobierno no tolerará ningún acto insensato que viole los principios consagrados en la Constitución y el Derecho Internacional.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. EP/Archivo.


Los Veintisiete exigen «resultados verificables» de las elecciones presidenciales de Venezuela

Un aumento de las tensiones que se ha producido después de que los Veintisiete países miembros de la UE emplazaran a las autoridades venezolanas a publicar los «resultados verificables» de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio y recordaran que el Consejo Nacional Electoral (CNE) es el organismo legalmente responsable del proceso electoral, y no el Tribunal Supremo de Justicia que ha fallado en un recurso del presidente Nicolás Maduro que éste es el ganador de los comicios a pesar de las denuncias de fraude de la oposición.

La UE considera así que «a día de hoy las autoridades venezolanas no han aportado las pruebas públicas necesarias para evaluar el proceso electoral conforme a los criterios fijados por la comisión de expertos de la ONU».

Por ello piden «que el CNE publique y verifique de forma independiente las actas de todos los colegios electorales» y rechazan de esta manera la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que otorga la victoria a Maduro. «En vista de la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, vale la pena recordar que el CNE es el organismo responsable legal y constitucionalmente de la publicación de los resultados electorales transparentes y detallados», han remachado.

La UE recuerda además que la comisión de expertos de la ONU «ha confirmado que la muestra de las actas publicadas por la oposición contienen las medidas de seguridad de los protocolos orginales, por lo que confirman su fiabilidad». «Según las copias de las actas disponibles públicamente, Edmundo González Urritia parece que ha ganado las elecciones presidenciales con una mayoría significativa», han resaltado en el comunicado publicado desde Bruselas.

El pueblo venezolano debe decidir su propio destino

«El pueblo venezolano debe decidir su propio destino. Su voluntad debe imponerse. La Unión Europea seguirá trabajando con sus socios regionales para garantizar que la voluntad del pueblo venezolano expresada en las urnas se respete y se facilite un diálogo venezolano que dé garantías a ambas aprtes y lleve a la restauración de la democracia y a la resolución de la actual crisis humanitaria y socioeconómica», han argumentado.

La UE exige además «respeto al derecho de todos los venezolanos a manifestarse pacíficamente y a expresar libremente sus opiniones políticas sin miedo a represalias». «Deben evitar un uso excesivo de la fuerza, poner fin a la represión y al acoso de la oposición y la sociedad civil», plantea, al tiempo que pide la liberación de «todos los presos políticos». «Las violaciones de derechos humanos deben ser investigadas minuciosamente y los responsables deben rendir cuentas», remacha.

Tras las elecciones del 28 de julio el CNE dio por ganador a Maduro en dos boletines oficiales con resultados parciales. Tras ello, Maduro presentó un recurso ante el TSJ para verificar los resultados y tras un dilatado proceso este organismo judicial ha validado su victoria pese a las protestas de la oposición, que denuncia fraude y reclama que sea el CNE el que publique los resultados oficiales.

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