La ONU se propone lanzar este mes de septiembre, en la Cumbre del Futuro, el Pacto digital global, un reto que concierne a la vanguardia tecnológica de gobiernos, think tanks y organizaciones civiles, del que no pueden quedar excluidas las nuevas generaciones ni la descarbonización ineludible.
En la Cumbre del Futuro que organizan las Naciones Unidas este septiembre de 2024, uno de los aspectos centrales a tratar y lanzar es un Pacto Digital Global.
Es claro que la ONU proporciona una plataforma fundamental para la cooperación digital mundial que necesitamos, y la misma organización proclama que va a aprovechar los procesos existentes, ya en marcha, hacia la inteligencia artificial general, la interoperabilidad de la web 4 y el Metaverso, o la hiperconectividad mundial, entre otros, para lograrlo.
Cambios drásticos
El documento del Pacto, casi en su versión final, comienza avisando que las tecnologías digitales están transformando drásticamente nuestro mundo. Y que ofrecen inmensos beneficios potenciales para el bienestar y el progreso de las personas, las sociedades y nuestro planeta.
Ofrecen la promesa de acelerar el logro de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), algo que muchos expertos han denunciado que no se están cumpliendo y que se va “perdiendo el partido en la primera parte”.
Y para que un Pacto Digital Global funcione ha de tomar en cuenta a todos los países y a todos los ciudadanos, hace falta una cooperación internacional fortalecida que cierre todas las brechas digitales entre los países y dentro de ellos. La ONU pretende conseguir realizar este proceso gracias a esta iniciativa, ¿lo conseguirá?
Nuevas posibilidades
Se reconoce que el ritmo y el poder de las tecnologías emergentes están creando nuevas posibilidades, pero también nuevos riesgos para la humanidad, algunos de los cuales aún no se conocen por completo. Se reconoce asimismo la necesidad de identificar y mitigar los riesgos, así como de asegurar la supervisión humana de la tecnología, de tal manera que ponga el desarrollo sostenible en el centro y permita el pleno disfrute de los derechos humanos.
Así es como se supone que la inteligencia artificial no puede decidir en modo automático sobre la vida de las personas, a quién matar en el campo de batalla o vulnerar la dignidad y los derechos de una persona, sin supervisión humana, algo que ya se está haciendo.
Futuro inclusivo y sostenible
El objetivo del Pacto Digital Global es un futuro digital inclusivo, abierto, sostenible, justo, seguro y protegido para todos. Este Pacto Digital Global establece los objetivos, principios, compromisos y acciones que se van a emprender para lograr el mismo.
Vía la revolución digital caminamos hacia una humanidad expandida que va a vivir en una realidad expandida, a la vez real y digital (figital), rumbo hacia una tecnohumanidad. La transformación profunda de esta nueva tecnohumanidad camina sobre la delgada línea de la revolución digital, sí, pero la biodiversidad y la sostenibilidad es la otra parte de la ecuación.
Por ello es loable que este Pacto Digital esté conectado con el logro de los ODS si aspira a ser global e inclusivo. Otra cosa es que los ODS realmente se queden cortos ante los retos de la desigualdad y la crisis climática, por ejemplo.
Economía digital para todos
El desafío que se plantea superar en este Pacto ampliar la inclusión y hacer llegar los beneficios de la economía digital a todos, se podría quedar en mero papel mojado si no se acometen cambios importantes en el modelo socioeconómico que nos rige o si no se consigue pasar de una economía extractivista a una economía de suficiencia que sea sostenible.
Lo digital o la IA no arreglan las cosas por sí mismas, salvo en un futuro de ciencia ficción, donde las inteligencias artificiales generales pudieran ayudar a un desarrollo económico justo que realmente fomentase un espacio digital inclusivo, abierto, seguro y protegido que respete, proteja y promueva los derechos humanos.
La “apuesta” de la ONU es lograr una gobernanza de datos equitativa e interoperable y mejorar la gobernanza internacional de la inteligencia artificial y las tecnologías emergentes en beneficio de la humanidad.
Por interoperable entiende que “los sistemas digitales que se comunican e intercambian son catalizadores críticos para el desarrollo y que la cooperación multilateral promoverá la interoperabilidad entre sistemas digitales y enfoques de gobernanza compatibles”.
Mirando al futuro
El Pacto Digital Global está orientado al futuro. Según la Cumbre del Futuro, “nuestra cooperación debe ser capaz de identificar, anticipar, evaluar, monitorear y adaptarse a las tecnologías emergentes para que podamos aprovechar las oportunidades y responder a los riesgos y desafíos nuevos y emergentes”.
Es decir que lo importante viene después, años críticos que coincidirán con una multicrisis energética, climática, medioambiental y social. Será imprescindible aplicar “principios de sostenibilidad ambiental a lo largo del ciclo de vida de las tecnologías digitales, incluidas medidas específicas para cada contexto destinadas a reducir su consumo de energía, agua y minerales en las estrategias nacionales e industriales”, se dice.
Gestionar la incertidumbre
Principios que hasta la fecha nunca se han cumplido y que según las previsiones de desarrollo de la computación cuántica y la nano informática no se podrán alcanzar en una, dos o tres décadas. Habrá que gestionar, pues, la incertidumbre y también la renaturalización y remediación de los impactos medioambientales que este consumo de la tecnología vaya produciendo.
La ONU quiere que todos los países firmantes se comprometan a tratar de garantizar que la infraestructura digital, incluidos los centros de datos y los equipos, estén diseñados de manera sostenible para poder lograr emisiones netas cero para 2050.
Plazos críticos
Plazos que los científicos del clima consideran demasiado lejanos y en los que se superarán más de dos grados de media sobre la temperatura media del inicio de la revolución industrial, fuera de los márgenes de seguridad.
Superar o no en las próximas décadas los 2ºC, 3ºC o incluso 4ºC de calentamiento aún depende de la trayectoria de reducción de emisiones que escojamos como sociedad (IPCC, 2022). También depende de que ccojamos las herramientas digitales para lograrlo. Nos va todo en ello.
Oportunidad sin precedentes
The Millennium Project es uno de los think tanks participantes de la Cumbre del Futuro. Uno de sus proyectos clave se centra en los «Cinco Elementos de Prospectiva de las Naciones Unidas» descritos en el informe «Nuestra Agenda Común», para el cual desarrollaron un cuestionario Delphi en tiempo real consultando a 55 expertos de Inteligencia Artificial General en los EE. UU., China, el Reino Unido, la Unión Europea, Canadá y Rusia.
Su director, el futurista Jerome Glenn, ha comentado que «La Cumbre del Futuro de las Naciones Unidas ofrece una oportunidad sin precedentes para fomentar la colaboración mundial en materia de prospectiva y estrategias orientadas al futuro».
Tanto esta organización, presente en más de 70 países, como otras similares, se supone que aportarán ese kit de gestión de la incertidumbre y los retos digitales a corto y medio plazo, en el caso de este think tank hasta 2035.
Sospechas sobre la IA
Muchas personas en todo el mundo han visto con sospecha y preocupación la Inteligencia Artificial General desde que se creó el término a principios de este siglo, y es por eso que las Naciones Unidas decidieron discutirla, entre otras cuestiones importantes, durante la primera Cumbre del Futuro en septiembre de 2024.
Precisamente The Millennium Project va a presentar 5 escenarios de futuro sobre la gobernanza basada en Inteligencia Artificial General (AGI). Estos son a cargo de Ben Goertzel (autor de Artificial General Intelligence in 2007), Mariana Todorova (directora del nodo de Bulgaria), David Wood (copresidente del nodo de Reino Unido), José Cordeiro (futurista doctor ingeniero del MIT), y el propio Jerome Glenn.
Robots y doble percepción
José Luis Cordeiro siempre ha explicado en sus charlas la muy diferente aproximación que se hace en Occidente y en Oriente (Japón, Corea, China) hacia la figura del robot y la inteligencia artificial.
En sus palabras, en Oriente los robots son percibidos como protectores y benefactores de la humanidad, mientras que en Occidente la ficción y el pensamiento común los percibe como amenazantes y distópicos.
Cordeiro sugiere que robots humanoides dotados de AGI gobernarán o cogobernarán algunos de estos países, a corto plazo.
Futuro amenazado
Probablemente antes, o sea ya mismo, habrá que proteger los bienes públicos digitales y la infraestructura pública digital, a nivel global. Nuestro futuro en común está amenazado.
“Los bienes públicos digitales incluyen software de código abierto, plataformas, datos, modelos de IA, normas y contenido que pueden usarse y adaptarse libremente, empoderan a las sociedades y a los individuos para orientar las tecnologías digitales hacia sus necesidades de desarrollo y pueden facilitar la cooperación y la inversión digitales” defiende este Pacto.
Gobernanza de Internet
Y por supuesto, la siempre compleja gobernanza de Internet. Al respecto, el Pacto dice: “Internet es un recurso mundial fundamental para una transformación digital inclusiva y equitativa. Para beneficiar plenamente a todos, debe ser abierta, mundial e interoperable. El funcionamiento estable y seguro de Internet es fundamental para garantizarlo. Reconocemos que la gobernanza de Internet debe seguir siendo de naturaleza mundial, con la plena participación de todos los Estados y otras partes interesadas de conformidad con la Agenda de Túnez”.
Desde luego, el documento principal del Pacto para el Futuro debería incluir, y así afectar al documento del Pacto Digital Global, un llamado a los países firmantes a «acelerar la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles», en un lenguaje bastante similar al que casi 200 naciones de la ONU acordaron en la cumbre climática COP28 del año pasado en Dubái, puesto que además esta llamada estaba incluida en el borrador inicial y fue eliminada en verano del texto.
Futuro descarbonizado
Un grupo de 77 exlíderes mundiales, premios Nobel y científicos pidió el 13 de agosto de 2024 a los países miembros de las Naciones Unidas que reintroduzcan en el tratado del Pacto para el Futuro un fuerte compromiso con la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles. El primer borrador también incluía un compromiso de establecer una fecha límite para terminar con los subsidios a los combustibles fósiles.
Otro aspecto que llama la atención es que no parece haberse recogido la sensibilidad y las opiniones de la nativa digital Generación Z y los menores de edad. En la misma Cumbre seguramente habrá debates al respecto y presencia en seminarios y talleres, sobre todo en los dos días previos, los “días de acción”.
Compromiso intergeneracional
Antonio Fumero, de la Fundación Cibervoluntarios, comentaba recientemente en la revista Telos de Fundación Telefónica líneas para un pacto digital destacando que “la capacidad de las personas jóvenes para la gestión efectiva de tiempos y espacios en lo figital (real y digital) dista mucho, para mejor, de la percepción que nuestra limitada capacidad instrumental y meramente funcional nos permite tener” (las de generaciones inmigrantes digitales).
El pacto digital, según Fumero, debe contemplar “un compromiso intergeneracional para un necesario acompañamiento que debemos apoyar desde una situación de vulnerabilidad que aún no hemos sabido reconocer; y que debe contemplar la importancia cultural de los ritos de pasaje hacia la edad adulta, en los que tan necesaria va a ser esa labor de acompañamiento”.
Se tienen puestas muchas esperanzas en la Cumbre del Futuro y el Pacto Digital Global para dar un espaldarazo a un futuro digital en común donde nadie quede atrás. Ojalá sea así.