Roberto Morán, presidente de la asociación Llavianeses po’l Descenso, que junto al Ayuntamiento de Laviana organizó este fin de semana el Descenso Folklórico del Nalón, quiere ser prudente y asegura que desde el punto de vista de la organización «salió todo bastante bien», pero reconoce que «por lo que nos dice la gente y lo que se ve en redes sociales, salió todo perfecto». Eso sí, este lunes comenzarán a trabajar en el Descenso del año que viene «porque siempre se puede mejorar».
Lo que sí tiene claro es que hubo cosas que se hacían por primera vez este año y que han sido un rotundo éxito. Entre ellas la aportación del 112 Asturias que pidió a la organización seccionar el río por tramos y señalizarlo con banderas de distintos colores para facilitar la atención sanitaria. En el Descenso siempre se producen percances. Este año solo hubo una incidencia grave cuando una de las embarcaciones pasó por encima de una chica y le produjo un corte importante en una pierna. También hubo un hombre que recibió varios puntos de sutura en la cabeza tras una caída. El resto fueron las clásicas contusiones del Descenso.
Otra de las medidas que fue «un éxito absoluto», en opinión de Morán, fue la de limitar las medidas de las embarcaciones a cinco metros de alto y 3,2 metros de ancho. El control se hizo en un parque cerrado instalado en el centro de Pola de Laviana. Para acceder, las embarcaciones tenían que pasar por una arco con esas medidas, a modo de control de gálibo. «Se generó una expectación enorme y desde por la mañana hubo muchísimo público comprobando si las embarcaciones pasaban o no por el arco. Este fue uno de los mayores aciertos», aseguró Morán.
Una de las grandes apuestas de la organización era el festival «Regodón», una cita gratuita con conciertos, foodtrucks y diversas actividades en el parque de Pola de Laviana. Ahí pincharon, pero no fue culpa de la organización sino de la meteorología. La lluvia del sábado, especialmente durante la tarde y noche, chafó las expectativas. El viernes, con buen tiempo, el concierto de «Inhumanos» abarrotó el recinto. El problema, como explicó el presidente de Llavianeses po’l Descenso es que en el parque que se instaló el festival hay muchos árboles y por tanto es imposible colocar carpas para refugiarse de la lluvia.
Roberto Morán quiso destacar el «altísimo nivel» de las embarcaciones. «Es que cada año van mejorando pero lo de esta edición no tiene parangón, es una pasada la calidad que había».
Una de esas embarcaciones fue la ganadora. La peña LDP (Los del Patio) se llevaron su cuarta Sopera con «Poseidón y los guardianes del Nalón».
Pablo Martínez, uno de los capitanes, ejercía ayer de portavoz de las 350 personas que el sábado participaron en el Descenso con LDP. «Estamos muy contentos, ya teníamos ganas de que llegase la cuarta Sopera», decía. Los del Patio se quitaron «el resquemor» del año pasado, cuando no pudieron entrar con su embarcación al agua. «Este año nos resarcimos», celebraba el capitán. Martínez también coincidió en el alto nivel de las embarcaciones, «no recuerdo un año igual».
La segunda posición correspondió a «La máquina pita y anda», de la peña Otero Team. El tercer puesto correspondió a «Desde Italia llega un muñecu de maera con muches ganes de comedia», de la peña Boroñes.
El galardón a la Asturianía fue para «La máquina pita y anda»; el de la Folixa para «Guitarra: Explotamexpló», de la peña La Guitarra, y el de mejores disfraces, para los ganadores, «Poseidón y los guardianes del Nalón».
Los ganadores de la «Soperina», las embarcaciones hechas por niños, fueron «Les aventures de Pinín», de la peña Tilla.
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