Acababa de marcar Marcos Llorente el segundo tanto del Atlético, el que abrochaba la victoria en el estreno liguero del Atlético en casa ante el Girona, con un trallazo por la escuadra tras una galopada de casi 70 metros de esas tan suyas cuando desde la grada del Metropolitano se escuchó algo poco familiar. Por primera vez desde que fichó en 2019 procedente del Real Madrid, el futbolista comodín del equipo rojiblanco pudo oir, quizás con cierta sorpresa, como los presentes en el estadio en el estreno liguero le dedicaban un cántico con su nombre. Iniciado desde el fondo sur y coreado durante unos segundos por el resto del estadio, supuso un antes y un después en una relación fría y distante, calificable casi como de conveniencia, hasta la fecha.
En el día del estreno como titular de Julián Álvarez, fue el centrocampista el que se llevó más cariño de la grada. No es que no hubiera para el resto, ya que durante el trascurso de la plácida goleada ante el equipo catalán los 60.000 aficionados que acudieron al barrio de San Blas tuvieron tiempo de vitorear a sus nuevos cromos. Pero fue una de los ya conocidos el que se llevó los mayores vítores de la afición rojiblanca. Esa que, pese a que siempre había reconocido su trabajo y su entrega, fuera de toda duda, también se había mostrado recelosa en parte por la sombra de su pasado blanco, evitando entregarse por completo. Hasta este miércoles, cuando cinco años después de su llegada terminó de asumir a Llorente como suyo.
Después de un par de años alternando el centro del campo y el carril derecho, Llorente parte este curso con la banda como su zona de acción. Los galones de Koke, capitán general durante la última década de la medular rojiblanca, unidos a la llegada de Conor Gallagher y a la explosión de Pablo Barrios, ahora mismo uno de los futbolistas más en forma del equipo, dejan a Llorente fuera de la de terna inicial para la zona central del campo. Pero Simeone no está dispuesto a dejar de contar con la fuerza del ’14’, al que ha encontrado acomodo en el costado, en una posición hibrida para explotar el portentoso físico de uno de sus grandes pretorianos.
«Hay una gran competencia en el medio y esperamos poder gestionarla de la mejor manera. Y ayudar a que trabajen en consecuencia de lo que necesita el equipo y mejorarlos internamente», argumentó Diego Pablo Simeone, antes de enfocarse en la figura de Llorente, que ha pasado de comodín a fijo en el costado. «Me ponen muy contento los desafíos. No tengo dudas de que con la llegada de otras características en los centrocampistas, Marcos puede seguir jugando internamente. Pero necesitamos explotar su físico en la banda, tiene una potencia maravillosa y hay que aprovecharla. Lo necesitamos y necesitamos también a (Nahuel) Molina, que esto le genere rebeldía», abundó el técnico argentino, dando por sentado que ambos pugnarán por un puesto durante la campaña.
Efectividad total en el inicio liguero
Llorente marcó en Villarreal en el estreno, y repitió este domingo ante el Girona. Dos partidos de Liga, dos disparos muy similares, potentes y por encima de la cabeza del portero, y dos goles, a los que hay que sumar también una asistencia tras dar el pase del tercero a Koke tras otra galopada cuando el partido ya estaba en el descuento. Efectividad total del madrileño en el inicio del campeonato doméstico, recordando a su versión más goleadora de la temporada 2021-2022, aunque ahora haciendo valer otras virtudes.
«No sé donde tenía ese disparo estos 28 años atrás, pero la verdad es que estoy muy contento por ayudar al equipo de esta manera y feliz también en lo personal, porque me da mucha fuerza para seguir», comentó Llorente entre risas al final del choque, valorando un nuevo arma a su repertorio. A ello hay que sumar su habitual derroche físico, comparable con pocos jugadores del campeonato doméstico español, y su predisposición a aceptar de buen grado su rol en el campo, sea cual sea la demarcación que ocupe. «Cada día se ve más cómodo. Dos partidos, dos goles y defiende bien», resumió Simeone, incidiendo también en la faceta defensiva.
«Él es siempre así. Lo da todo por el equipo, se come todo el terreno de juego. Da igual la posición que le pongas, porque va a dar más que el cien por cien, y ese es el tipo de jugador que necesitamos en este club», valoró Griezmann, autor del primer tanto del choque ante el Girona, sobre uno de sus más cercanos en el vestuario. «Marcos siempre fue un jugador admirable, un físico increíble, ha demostrado que donde le ha tocado jugar siempre dio su máximo. Con esa forma que lo caracteriza con su entrega, siempre da todo lo que tiene y es un ejemplo para todos porque contagia”, abundó Giménez sobre el rendimiento de Llorente.
Para encontrar a otro centrocampista, si es que se le puede seguir considerando como tal, que marcara en los dos primeros partidos de una Liga para el Atlético hay que remontarse hasta 1996, cuando lo logró precisamente Simeone en el inicio de la temporada del doblete (Liga y Copa). Ahora, la lista de Luis de la Fuente para los próximos partidos de la selección en septiembre asoma en el horizonte cercano, y sin Jesús Navas en la terna, el segundo lateral derecho tras Carvajal se presenta como una de las grandes incógnitas a resolvar en una lista que será en gran parte continuísta con respecto a la que conquistó la Eurocopa hace apenas un par de meses. Y ahí irrumpe ahora el nombre de Llorente, que ya se quedó a las puertas de haber entrado en la convocatoria para la Eurocopa, formando parte de la prelista y siendo uno de los tres descartes de última hora del técnico riojano
Paciencia con Julián
Fue Llorente el gran protagonista de un partido en el que también brilló un Pablo Barrios crecido tras el oro olímpico y en el que el Cholo lució por primera vez en el once rojiblanco a Julián, la nueva estrella del conjunto rojiblanco. El delantero argentino fue la referencia arriba de un equipo en el que también se estrenó como titular en casa el central Robin Le Normand, mientras que Conor Gallagher, el último de los fichajes, esperó su turno de inicio desde el banquillo.
Sin Sorloth, el otro fichaje en la delantera, Álvarez completó una actuación voluntariosa, pero todavía lejos del nivel que está llamado a ofrecer tras desembarcar en el club rojiblanco como el segundo fichaje más caro de su historia. No dispuso de apenas ocasiones, pero trabajó, no paró de presionar y de tirar desmarques durante los 80 minutos que estuvo sobre el campo y salió en la foto, aunque como actor secundario, de los dos primeros goles del partido. En el primero, forzando el error de Gazzaniga que dio lugar a la falta que transformó Griezmann, y en el segundo descargando para que el francés pusiera a correr a Llorente camino de su gol.
«No pudimos encontrarnos mucho, nos faltó ese pase entre líneas y hay que seguir trabajando. Hay que mejorar, pero es el inicio de temporada y es normal que todavía nos falten cosas», valoró Griezmann, su compañero en punto, al acabar el choque. «Nos dio mucho trabajo para el colectivo, ocupó casi siempre lugares para que podamos generar recuperación de pelota, perspectiva de contragolpe, participó en el segundo gol para generar el espacio y él querrá más y estará buscando llegar al gol como lo quiere Sorloth, Correa y los futbolistas de esa zona de tener amistad con el gol», explicó por su parte Simeone, que realzó el «presente y futuro increíble» de su nuevo juguete.