Desde que comenzó la guerra en Gaza el pasado octubre, Estados Unidos ha transportado a Israel más de 50.000 toneladas de armas y equipos militares, utilizando para ello 500 aviones de transporte y 107 barcos, según informó el lunes el Ministerio de Defensa.

El equipo enviado desde el inicio de la guerra incluye “vehículos blindados, municiones, equipos de protección personal y suministros médicos”, de acuerdo con el ministerio. Estas entregas se consideran “esenciales para mantener la capacidad operativa de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) durante la guerra actual”.

Este “esfuerzo logístico de gran envergadura” ha sido coordinado por la Dirección de Producción y Adquisiciones del Ministerio de Defensa de Israel, junto con la misión del Ministerio en Estados Unidos, la Dirección de Planificación de las FDI y la Fuerza Aérea Israelí.

Pese a las críticas de algunos sectores que instan a Estados Unidos a cesar el suministro de armas a Israel, especialmente en medio de los crecientes informes sobre las víctimas en Gaza, el país norteamericano ha continuado con los envíos. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha mantenido su apoyo a la asistencia militar a Israel, y en abril, tras firmar un paquete de ayuda de 17.000 millones de dólares para el país, afirmó que se aseguraría de que Israel disponga de los recursos necesarios para defenderse de Irán y sus aliados.

A pesar de la retirada de Biden de la carrera presidencial de 2024, surgieron dudas sobre si la vicepresidenta Kamala Harris, quien se perfila como la nueva candidata demócrata, mantendría la misma postura. A principios de este mes, la campaña de Harris emitió un comunicado en el que reiteraba el compromiso de Biden de garantizar la seguridad de Israel.

En su discurso de aceptación de la nominación presidencial del Partido Demócrata, Harris declaró: “Siempre defenderé el derecho de Israel a defenderse y aseguraré que tenga la capacidad para hacerlo”.

Por otro lado, la administración de Biden retuvo temporalmente algunos envíos de bombas de gran capacidad destinadas a Israel, debido a la preocupación por la incursión israelí en Rafah, en el sur de Gaza, durante la primavera. No obstante, parte de ese armamento ha sido liberado para su envío desde entonces.

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