En recuerdo de D. Gabriel Hortal.
El desempeño profesional, como el de cualquier otra actividad, requiere, exige, la colaboración, la cooperación, de otras personas, de otras Instituciones, para alcanzar plenamente sus objetivos, desarrollar al ciento por ciento los conocimientos, las capacidades, que están al servicio de sus destinatarios y, por lo tanto, satisfacerles sus demandas, sus necesidades; con lo que se justificará la razón de ser y de existir, se motivará el proceder laboral, como se obtendrá honradamente el «sustento».
Esté escrito, o no, en el «boe», una actividad relacionada directa o indirectamente, será más productiva; es decir, alcanzará el máximo de sus potencialidades y objetivos; cuando disponga de todas las «perspectivas», de todos los puntos de vista, de todas las opiniones debidamente fundadas, sobre las tareas, las competencias, que le sean propias.
El talante, la calidad, el señorío, la bonhomía del factor humano, el sentido del deber pues, son fundamentales, condicionantes, de que se posibiliten relaciones humanas, laborales, entre todas las personas con responsabilidades en distintos ámbitos, Instituciones, Administraciones Públicas, para que sus respectivas competencias sean plenamente desarrolladas para que el bien público sea satisfactorio. Así, lo requiere también, entre otras disposiciones legales la Ley 40/2015, de Régimen Jurídico del Sector Público, «Cooperación, colaboración y coordinación entre las Administraciones Públicas», art. Artículo 3. Principios generales, k),».
Buen ejemplo de ello fue la colaboración relativa a la asistencia del alumnado de la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales a la Cámara de Comercio e Industria de Salamanca, de cuya Secretaría fue titular D. Gabriel Hortal, (q.e.p.d.), donde el empresariado, el alumnado y el profesorado exponían, comentaban, intercambiaban sus experiencias, sus aspiraciones, sus realidades, para procurar conocerla, elaborar programas de estudio adaptados a los requerimientos del cambiante mundo de la empresa y así contribuir a servirla más y mejor que es de lo que se trata, en resumen, con la formación académica de cada momento; lo que fue posible su talante y buenísima predisposición
Y hago mío el afectuoso, cariñoso, verdadero y emotivo escrito de D. Pedro Bécares de Lera, publicado en este diario el pasado día 19 de agosto, en memoria de D. Gabriel Hortal.
Cuando un amigo se va…
Marcelino de Zamora
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