Se calcula que a lo largo del siglo XX el hombre aniquiló a unos tres millones de ballenas. La cifra supone más del 90% de la especie, la mayor matanza animal perpetrada por el ser humano, el equivalente a si toda la población humana desapareciera de la tierra excepto los habitantes de Bulgaria. El biólogo marino Tom Mustill (Londres, 1983) estuvo a punto de morir cuando en 2015, una gigantesca jorobada saltó para ‘saludarle’ sobre el kayak en el que estaba. El vídeo del incidente se viralizó, él se obsesionó con ‘su’ ballena y gracias a la IA consiguió años más tarde localizarla: sabe que es un macho de siete años al que sigue la pista en la web ‘happywhale’, que rastrea a miles de cetáceos por todo el planeta. 

Fuente