Los chatbots gobernados mediante inteligencia artificial llevan dos años prometiendo una revolución de, entre otros, el mundo del trabajo. Estos simuladores facilitan la integración de máquinas en el día a día de los trabajadores, acelerando la bautizada como revolución industrial 4.0. Una revolución que, de momento, no está ahorrando tiempo a los empleados, aumenta su ritmo de trabajo y su sensación de sentirse vigilados durante su jornada laboral, entre otros. 

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