El estrés producido por el confinamiento, y no la infección por covid, tuvo un impacto en los ciclos menstruales de las mujeres. El encierro, que se produjo de marzo a mayo de 2020, provocó cambios que consistieron en la ausencia de menstruación, en el retraso de la misma y en sangrados abundantes. Así lo constata el estudio ‘Efectos del confinamiento por el SARS-Covid-19 sobre el patrón menstrual’, liderado por dos ginecólogos del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona y que recogió, en una encuesta ‘online’, las observaciones de las mujeres sobre sus ciclos. Hasta ahora se habían hecho investigaciones sobre cómo la vacuna e incluso el coronavirus habían afectado a las reglas de las mujeres, pero este es el primer estudio que buscaba dilucidar si el encierro domiciliario también había alterado los ciclos.

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