El alga asiática (Rugulopteryx okamurae) es una especie invasora, procedente del lejano oriente, que se está apoderando con gran rapidez de las costas españolas, tanto atlánticas como mediterráneas. Se trata de una especie que crece con agresividad, matando los organismos submarinos autóctonos, como la posidonia, y llenando las orillas de la playa con material orgánico que, además, atrae a una gran cantidad de avispas y otros insectos, todo lo cual supone una gran molestia para el turismo.
Un ejemplo de su poder invasor lo representan las playas de Benalmádena, en Málaga, que hace pocos días quedaron inundadas con esta especie. En un solo día llegaron alrededor de 12 toneladas de alga asiática a varias de estas playas, ocupando la arena y despidiendo un olor nauseabundo, con gran proliferación de insectos, según los testimonios de los vecinos.
El Ayuntamiento de Benalmádena ya ha reconocido que la presencia de esta alga ha pasado en muy pocos años de tener una simple presencia testimonial a convertirse en habitual en este municipio.
Sin embargo, cada vez son más los lugares del litoral español que se ven afectados por esta especie exótica invasora que, si bien no es peligrosa para el ser humano, sí pone en riesgo los ecosistemas submarinos españoles, al atacar a las especies nativas.
También ha llegado a Alicante
La temida alga asiática sigue avanzando por el Mediterráneo. Tras haberse detectado en Ceuta, Granada, Málaga y Almería, ya se ha constatado su crecimiento en las costas de Alicante, desde donde podría continuar saltando hacia nuevos puntos del litoral. La preocupación es máxima, porque se trata de una especie que amenaza a la posidonia (importante fuente de captura de CO2 y foco de biodiversidad), así como a la pesca artesanal y al turismo.
Investigadores de la Universidad de Alicante (UA) detectaron el año pasado la presencia del alga asiática Rugulopteryx okamurae en la costa alicantina, por lo que no se descarta que pudiera extenderse por el resto del Mediterráneo.
Los expertos en biodiversidad marina advierten de que esta alga supone «un peligro que pone en jaque la sostenibilidad ambiental, económica y social de las zonas afectadas. Destruye todo lo que encuentra a su paso». De hecho, su capacidad citotóxica hace que pueda matar a otras especies en menos de 24 horas.
«Picores en cara y manos»
Además, personas que han trabajado en la manipulación de los arribazones del alga han sufrido picores en cara y manos, debido al «arsenal químico» que presenta, más potente que el de las especies autóctonas.
La Rugulopteryx okamurae llegó a Europa procedente de Asia en 2002 con las aguas de lastre de los barcos. Se tuvo conocimiento de su presencia al Estrecho de Gibraltar en 2016. Está incluida en el Catálogo de Especies Exóticas Invasoras (EEI). Su área nativa se halla alrededor de Japón y Corea, así como algún otro país de la zona.
Llegó a España en 2015
“En España apareció primero en los arribazones de las playas de Ceuta a finales de 2015 y se ha extendido por todo el Mar de Alborán, donde ha mostrado una gran capacidad colonizadora, afectando negativamente a las especies marinas nativas, así como a la pesca artesanal y al turismo”, según los investigadores de la UA.
De hecho, forma grandes acumulaciones en las playas, de difícil gestión y retirada por parte de los ayuntamientos afectados.
“Recientemente, también se ha detectado en las islas Canarias, así como en Almería y Granada, y se prevé una rápida expansión por el resto del Mediterráneo. Debido a esas características, fue declarada especie exótica invasora y se estableció una estrategia para su seguimiento y control a nivel nacional”, han señalado los expertos, según un comunicado de la UA.
En la costa alicantina, el alga ya se había observado en grandes cantidades en muestras recolectadas por los estudiantes y docentes de la asignatura de Zoología Marina del Grado de Ciencias del Mar de la UA durante unas prácticas realizadas a principios de marzo pasado.
Actualmente, según observan los expertos, el alga se encuentra en gran abundancia en el centro de la bahía de Alicante creciendo, principalmente, sobre la mata muerta de Posidonia oceánica que abunda en la zona.
Impactos económicos
El peligro que representa esta alga es enorme, pues sus impactos no son sólo biológicos y ecológicos, ya que su presencia está también provocando fuertes impactos socioeconómicos, especialmente en el sector pesquero profesional, ha subrayado el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
La llegada de grandes volúmenes de arribazones de esta alga a las playas genera, a su vez, impacto en las actividades turísticas, y su retirada por parte de las administraciones implicadas es cada vez más costosa. Así, en 2019, cinco ayuntamientos de las provincias de Málaga, Cádiz y Ceuta tuvieron que retirar hasta 10.000 toneladas de algas, lo que supuso un coste de 400.000 euros.
Estrategia del Gobierno para el control y posible erradicación del alga asiática:
https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/publicaciones/estrategia_rokamurae_cs_28072022_tcm30-543560.pdf
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