Preocupación en sectores animalistas de Asturias por el estado de salud de una osezna que vive en el municipio de Proaza y que está siendo geolocalizada por el Principado. El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas), que sigue la evolución del plantígrado gracias a las cámaras que tiene instaladas en varios puntos de la región, alerta de que esta hembra podría fallecer si no se le afloja el collar que lleva instalado en el cuello para que así el Principado pueda rastrear su posición. «Es un fallo evidente que deben solucionar por el bien de este animal», asegura Roberto Hartasánchez, presidente de Fapas.

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