El verano se acaba y con él, las vacaciones, las barbacoas y los días largos. Pero también se acumula un montón de cosas que ya no necesitamos: ropa, decoración, objetos de playa… ¡Es hora de hacer una limpieza a fondo!
Deshacerte de lo que no usas tiene múltiples beneficios. En primer lugar, liberarás espacio en armarios y cajones, pero también vivirás con menos estrés, pues estar en un entorno ordenado no sólo reduce el estrés, sino que mejora nuestro bienestar.
¿Qué cosas debes tirar antes de que acabe el verano?
Las vacaciones están a punto de llegar a su fin. Ahora hay que prepararse para la vuelta a la rutina y darle la bienvenida al otoño. El cambio de estación puede ser el momento ideal para hacer una limpieza profunda de nuestro hogar, pero también para deshacernos de todas aquellas cosas que ya no usamos, que están estropeadas o que ya no queremos. ¿Qué cosas podemos tirar o donar antes de que se acaben los días que quedan del verano?
En el hogar
- Cambio de armario: aprovecha la llegada del otoño para hacer el cambio de armario y deshacerte de toda la ropa que ya no te queda bien o que está muy desgastada. Revisa tanto la ropa de verano que vas a guardar -bañadores o bikinis estropeados, camisetas rotas…- como la de entretiempo que tienes previsto colocar en el armario.
- Comida caducada: este es el mejor momento para revisar la despensa y tirar toda la comida que pueda estar caducada. Desde latas que ya no recuerdas que tenías hasta paquetes de pasta y arroz o especias que estén vencidas.
- Calzado: el cambio de armario implica echarle un vistazo a la zapatera. Aunque aún es pronto para sacar los botines y los zapatos cerrados, la vuelta de las vacaciones sí que puede ser un buen momento para tirar aquellas sandalias que ya no sirven.
- Maquillaje: este también es el momento perfecto para revisar los productos de maquillaje. Las cremas, el maquillaje o las sombras de ojos también caducan, al igual que el protector solar o el aftersún. Si alguno de estos productos están pasados de fecha o les falta poco para que caduquen, es el momento de deshacerse de ellos. No los guardes hasta el próximo verano.
- Accesorios: la falta de tiempo y la pereza nos lleva a acumular muchos trastos. Esto también ocurre con el joyero, guardamos gafas con los cristales rayados, bisutería oxidada, bolsos estropeados… Ha llegado el momento de revisar para separar entre lo que se puede donar y lo que ya no tiene arreglo.
- Ropa de hogar: ¿sabías que las toallas tienen una vida útil de unos dos o tres años? Si hay toallas en tu baño que tienen más de tres años, raspan o no secan bien, ha llegado la hora de despedirte de ellas. Lo mismo ocurre con las fundas del sofá estropeadas, manteles de tela agujereados o fundas de cojines manchadas.
- Souvenirs: todos esos recuerdos que ya no quieres o no te gustan… deben ir a la basura.
- Juguetes: los juguetes rotos o que ya no se usan deben ser descartados.
En el jardín
- Guirnaldas y farolillos: si están deteriorados, es mejor desecharlos.
- Muebles y sombrillas: las sombrillas rotas ya no protegerán del sol y los muebles rotos no sirven para nada, salvo que merezca la pena arreglarlos.
¿Qué hacer con las cosas que ya no necesitas?
Antes de tirar algo, considera la opción de donarlo sobre todo si se trata de ropa, juguetes u otros objetos que se encuentren en buen estado. Otra solución es venderlos en cualquier plataforma online o mercadillo y, por último, también puedes reciclar, por ejemplo, las postales que te trajiste de tu último viaje y que siguen dando vueltas por casa.
Hacer una limpieza a fondo después del verano no solo te ayudará a tener una casa más ordenada y limpia, sino que también te permitirá empezar el otoño con una nueva energía.