La novena etapa de La Vuelta a España ha superado todas las expectativas. Si bien es cierto que tenía un perfil muy atractivo, con tres puertos de montaña (el Purche y el Alto de Hazallanas, que se subía dos veces) y la meta situada en Granada tras un largo descenso, el espectáculo ha estado por encima de lo que cabía esperar. Adam Yates, el ciclista británico del UAE-Emirates, ha conseguido el triunfo tras infiltrarse en la escapada y rodar en solitario durante la última parte de la etapa.

La clasificación general, con el resto de favoritos llegando juntos, salvo Carapaz, se ha apretado más de lo que ya estaba, aunque Ben O’Connor sigue teniendo bastante margen. Aunque La Vuelta no empezó con el ritmo deseado en Portugal, la inercia de la carrera cambió en cuanto el pelotón llegó a España. Tras unas jornadas de un ciclismo de alto nivel, sobre todo el día de Yunquera, en el que O’Connor se puso líder, la etapa de hoy ha sido la culminación de una semana fantástica.

Enric Mas fue el más fuerte del grupo de los favoritos en la ascensión final a Hazallanas, que coronó con un minuto de ventaja sobre el grupo del líder tras protagonizar un ataque poco habitual en él, pero un susto en el descenso, en el que estuvo apunto de irse al suelo, le hizo perder unos segundos muy valiosos, y finalmente acabó siendo capturado, y llegó a meta junto a Primož Roglič, Mikel Landa y el propio O’Connor.

Richard Carapaz, segundo en línea de meta, realizó un auténtico ‘etapón’, atacando en el Purche, cuando todavía quedaba un mundo por delante. El ecuatoriano fue ganando terreno poco a poco, y aunque no pudo capturar a Yates, acabó logrando un buen puñado de segundos que le han catapultado hasta el tercer puesto en la general.

Mañana, los corredores tienen el primer día de descanso de esta Vuelta. La carrera se reanudará el martes, en Galicia, con una etapa de media montaña con salida en Ponteareas y final en Baionia.

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