A primera hora de este sábado, la sinagoga de La Grande Motte, en Hérault, sur de Francia, ha sido víctima de una tentativa de incendio «claramente criminal», ha informado el ministro del Interior en funciones, Gérald Darmanin.
Hasta el lugar se han desplazado varias unidades de bomberos y la gendarmería tras el aviso de una explosión y un posterior incendio de varios vehículos frente a la sinagoga, según informó la gendarmería. En el ataque también se han visto afectadas las puertas principales del edificio.
Las autoridades han encontrado una bombona de gas en uno de los dos coches, algo que hace sospechar a los agentes de que se trataría de un ataque intencionado contra la comunidad judía. «Quiero asegurar a nuestros conciudadanos judíos y a la comunidad todo mi apoyo», afirmó en una publicación en X, Gérald Darmanin, quien tiene previsto acudor a la zona para valorar los daños y dar soporte a la comunidad judía.
Según el alcalde de la ciudad, un policía municipal resultó herido en la explosión y ha sido trasladado al hospital. «Se están movilizando todos los medios para encontrar al autor», declaró el ministro del Interior.
El prefecto de Hérault también ha querido condenar el ataque y ya ha comunicado que «reforzará la seguridad de los intereses judíos en el departamento».
La mayor comunidad de Europa
Francia cuenta con la comunidad judía más grande de Europa, unas 600.000 personas, que conviven con unos 5,4 millones de musulmanes residentes en el país galo. Unos números que obligan al Gobierno a estar con un ojo vigilante puesto en casa y otro en Oriente Próximo, tras el estallido del conflicto entre Israel y Hamás.
En 2023, el Servicio de Protección de la Comunidad Judía (SPCJ) y el Ministerio del Interior registraron 1.676 actos antisemitas. Casi el 60% de ellos hirieron a las personas y, en la mayoría de los casos, adoptaron la forma de gestos y comentarios amenazantes.
Desde el 7 de octubre, día del ataque de Hamás al territorio israelí, la cifra de agresiones a la comunidad judía se ha disparado con un aumento de más del 1.000%. De ahí que, en los últimos meses, Francia haya reforzado nuevamente la seguridad de lugares de culto o instituciones judías con la presencia de policías de manera permanente .