La Dirección General de Tráfico (DGT) continúa apostando por los radares de tramo con el fin de reducir la siniestralidad en las carreteras españolas. Más ahora en verano, cuando se multiplica el número de desplazamientos para disfrutar de las vacaciones. En este contexto, está previsto que de cara a este mes de agosto entre en funcionamiento uno de los radares de tramo más largos de España.
Operativos desde 2010, estos sistemas de cámaras que graban de forma continua suelen instalarse en autopistas, autovías y carreteras convencionales. Pueden llegar a tener varios kilómetros de longitud. De hecho, en Palencia hay uno con una longitud de casi 33 kilómetros.
Está situado en la carretera CL-615, comienza a medir la velocidad fijada en 90 kilómetros por hora en el punto kilométrico 34,61 en sentido decreciente y se extiende hasta el 67,51. Aunque ese radar de tramo ubicado en Castilla y León es el más largo de España, la DGT pondrá en funcionamiento en agosto otro de varios kilómetros.
Habrá un periodo de gracia antes de imponer multas
Como el resto de los radares fijos, los conductores podrán ver las señalizaciones en la vía que advierten de su presencia. Como viene siendo tradicional, el radar no comenzará a imponer multas de forma inmediata a su entrada en funcionamiento. Durante estas primeras semanas, aquellos conductores que cometan alguna infracción y sean detectados, recibirán en sus hogares una notificación con fines informativos.
El nuevo radar de tramo
El nuevo cinemómetro se instalará en la autovía A-8 y cubrirá los algo más de seis kilómetros que separan el viaducto de Ontón y la localidad de Castro Urdiales, en Cantabria. Además, servirá para sustituir los dos radares fijos que estaban instalados con anterioridad en ese tramo, que pasará a ser de 80 km/h a 100 km/h.
