La revelación cuenta con todas las dosis de épica. Acompañada de melodías que hacen llevar al clímax al espectador y juegos de luces de corte cinematográfico, la última y más potente advertencia de Hizbulá llegó en forma de vídeo. En menos de cinco minutos, mandan un claro mensaje a Israel. «La resistencia en el Líbano hoy, en posesión de armas, equipos, miembros, determinación, coraje y voluntad, es más fuerte que en cualquier otro momento», grita la voz emocionada del líder del grupo, Hasán Nasrala. Y todo ello parece indicar que se encuentra en los túneles. Así lo revela el vídeo publicado la semana pasada que cuenta con un único escenario. En la amplia red de túneles bajo tierra libanesa, se ve a motocicletas y camiones circular transportando armamentos y combatientes.
Desde los túneles, aclaran. «La resistencia posee ahora misiles de precisión y de no precisión, junto con capacidades armamentísticas, de modo que si Israel impone una guerra al Líbano, Israel se enfrentará a un destino y una realidad que no esperaba en ningún momento«, clama Nasrala, supuestamente en un discurso de 2018. Mientras las tensiones crecen en la frontera israelí-libanesa, y las conversaciones para un alto el fuego en Gaza que se extendería también a este territorio se estancan, Hizbulá asegura estar preparado. Al desvelar parte de su red secreta de túneles, la milicia libanesa busca evidenciar que sus capacidades van mucho más allá de lo demostrado hasta ahora y que, desde bajo tierra, sus miembros pueden protegerse a la vez que seguir haciendo daño. Este vídeo forma parte de la estrategia de Hizbulá, que se prepara para vengar la muerte de su número dos, el comandante Fuad Shukur, en un ataque israelí a finales de julio en Beirut.
Poca información
A diferencia de la red de túneles de Hamás en Gaza, poco se sabe de la misma de la que presume su aliado libanés. Tras la retirada de las tropas israelíes del sur del Líbano, ocupado durante 20 años, los miembros de Hizbulá empezaron a construir este entramado a principios de la década de los 2000. «Estaban diseñados para que un pequeño número de combatientes pudieran descansar, dormir y comer», explica Nicholas Blanford, experto en Hizbulá con base en Beirut y miembro destacado del Atlantic Council, a la Agence France Press, pero la instalación mostrada en el vídeo «empequeñece por completo esos búnkeres anteriores de tamaño humano». En las imágenes compartidas por el grupo, se ve cómo decenas de camiones circulan bajo tierra transportando misiles y lanzaderas en unas instalaciones conocidas como ‘Imad 4’, en referencia al alto comandante Imad Mughniyeh, muerto en un atentado con coche bomba en Damasco en 2008 atribuido a Israel.
En la guerra de 2006, el grupo ya hizo uso de este entramado para combatir la supremacía aérea del Ejército israelí. Han pasado casi 20 años desde entonces, e Hizbulá se ha hecho más fuerte y su red de túneles más extensa y profesionalizada. Por eso, titularon la proyección «nuestras montañas, nuestros tesoros». Con su amplio y oculto arsenal de armas, y su capacidad para moverse bajo tierra, el grupo libanés, aliado de Irán, cuenta con una ventaja secreta a la hora de tomar represalias contra el Ejército israelí si este decidiera lanzar una operación terrestre en el Líbano. Pero no hay forma de saber dónde están los túneles que aparecen en el vídeo ni cuán extensa es la red. Lo que se sabe es lo que se ve: hay túneles, son grandes, tanto como para ser usados como autopistas subterráneas, donde almacenar armas y están conectados al exterior con aberturas desde donde sus combatientes pueden disparar. Ya en 2019 Israel afirmó haber descubierto y destruido «túneles de ataque» de Hizbulá que se habían excavado en territorio israelí desde el Líbano. Entonces, Nasrala ya dijo que el grupo había tenido la capacidad «durante años» de cruzar hacia el norte de Israel.
Guerra psicólogica
Casi 11 meses de guerra en la Franja de Gaza, 10 de los cuales de combates cuerpo a cuerpo entre milicianos de Hamás y soldados israelíes, vuelven a poner de manifiesto la utilidad de contar con una red de túneles para estos grupos. En el enclave palestino, han servido para proporcionar refugio a combatientes y dirigentes, así como un modo de eludir a las fuerzas israelíes que operan sobre la superficie y lanzar ataques. Por eso, Hizbulá sabe que, en la guerra psicológica que todos los bandos también libran, desvelar su arma secreta puede ayudar a disuadir a unas tropas hebreas agotadas después de meses de enfrentamientos. Los líderes de la milicia libanesa han insistido repetidamente que no quieren llegar hasta un escenario de guerra total. Los enfrentamientos transfronterizos han causado 590 muertos en el Líbano, 385 de los cuales son combatientes de Hizbulá. En Israel, 23 soldados y 26 civiles han perdido la vida en estos choques, mientras que en Gaza, los muertos superan los 40.100 palestinos.
Aunque hace casi un mes que Shukur fue asesinado por Israel –y 10 horas después, el líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán–, tanto Hizbulá como Irán están posponiendo su respuesta al Estado hebreo. Más allá de atormentar a su enemigo con la espera, también buscan ver si las conversaciones por un alto el fuego tienen éxito. La milicia libanesa ha dejado claro que su lucha como frente de distracción va a la par que la de los gazatíes. Si la guerra contra Gaza se detiene, ellos dejarán de atacar a Israel. «La guerra con nosotros se extiende a toda Palestina, desde la frontera libanesa hasta la frontera jordana y el mar Rojo, desde Kiriat Shmona [último pueblo israelí antes de la frontera con el Líbano] hasta Eilat [en el límite con Jordania y el mar Rojo]», clama la exaltada voz de Nasrala en el vídeo.