Mientras Suecia reparte licencias para cazar al 20% de su población de osos pardos, en Austria el populismo ultraderechista clama por «liberalizar» las rígidas medidas europeas contra la caza del lobo. Para el FPÖ austríaco, el partido ultraderechista que según los sondeos se convertirá en primera fuerza en las elecciones nacionales de septiembre, la prohibición en la UE de abatir a los lobos refleja la «arrogancia» de Bruselas frente a los intereses de campesinos, ganaderos y resto de la población del ámbito rural o los suburbios urbanos, que sufren los estragos que causan estos animales. En sentido parecido se han pronunciado las autoridades de Países Bajos, tras denuncias de los vecinos de Utrecht que aseguran merodea un lobo por una zona forestal. Mientras, organizaciones medioambientalistas ponen el grito en el cielo y recuerdan que la población de lobos, como la de osos, estaba en peligro hace apenas unos años. Solo las medidas estrictas a escala europea contra su caza generalizada han evitado su extinción, recuerda la Fundación para la Defensa de la Fauna de Países Bajos.

Fuente