Se conocieron a principios de febrero de 2022, apenas días antes de arrancar la invasión de Ucrania por las tropas del Kremlin. Mariano García Calatayud, pensionista español residente en el país eslavo desde 2014, donde realizaba tareas humanitarias como voluntario, estaba en un supermercado pugnando con la tecnología frente a una terminal para añadir fondos a la cuenta de su teléfono móvil. Tatiana Marina se dio cuenta de inmediato de sus dificultades con el idioma, y se ofreció a ayudarle. Después, empezaron a hablar, y le enseñó su acreditación de voluntario emitida por las autoridades locales y los artículos escritos sobre él en la prensa internacional. La mujer, al comprobar que su historia era verdad, que prefería residir en la portuaria y algo caótica Jersón en lugar de la «limpia y bonita Valencia» porque amaba «a Ucrania», se quedó prendada de él y su «corazón generoso».

Fuente