La proposición no de ley (PNL) aprobada el mes pasado por unanimidad en la Comisión de Agricultura del Parlamento de Canarias ha marcado un punto de inflexión en el sector platanero del Archipiélago. No por los efectos que tendrá su desarrollo, que nadie se atreve a aventurar, sino porque ha traído a primerísimo primer plano la necesidad de revisar el funcionamiento profundo del gran protagonista del campo isleño. El calor que trae el cambio climático ha variado el calendario, cada vez mayor número de hectáreas están en menor cantidad de manos y el control sobre el crecimiento de la producción y la concesión de ayudas está en duda.

Fuente