Una vez se concluyó el acto ceremonial de la Unión Deportiva Las Palmas 75º aniversario, se dio lugar al brindis protocolario en el que los cerca de 300 invitados tuvieron lugar a compartir vivencias junto a directivos, jugadores históricos, miembros de la plantilla actual y algún que otro aficionado para conmemorar este importante hito en la vida del club.
Este brindis fue un símbolo de unión y esperanza, reflejando el espíritu de una afición que siempre ha estado al lado de su equipo. Autoridades, medios de comunicación y otros actores del entorno del club amarillo se dirigieron a una zona elevada de la zona depotiva del Real Club Náutico para poder compartir esas charlas en las que muchos recordaron sus vivencias sobre el campo de juego o el entorno del mismo.
Pero primero, tuvo lugar una exhibición de las niñas que conforman el equipo de natación artística del Club Náutico después de que se dirigiesen a la piscina de la entidad en un tradicional desfile con sus cuerpos estirados, vestidos por un bañador con los colores azul y amarillo de la Unión Deportiva Las Palmas,a la vez que en sus cabezas lucía un escudo del club engalanando el gorro de piscina que les cubría el pelo.
Apelotonados sobre los límites de la pileta y muchos de los presentes vislumbrando el ejercicio depotivo desde el balcón de los salones del RCNGC, las jóvenes sirenas llevaron a cabo un baile en el agua digno de los mejores regates que llevan a cabo cada fin de semana los jugadores del club insular sobre el terreno de juego.
Acabada la exhibición, y después de haberse llevado a cabo un paseíllo de jugadores actuales hacia la zona del brindis, con Luis Carrión comandando su equipo técnico junto a su segundo, Domingo Cisma, fueron disfrutando de uno de los productos estrella que luce ya en el arsenal de la UD Las Palmas, la cerveza Pío Pío.
Frescor para aplacar las sedientas gargantas de los presentes, muchos destacaron el sabor de los vasos llenos con el amarillo líquido. Sin embargo, algunos recordaban que el día de su presentación, el pasado martes en el Estadio de Gran Canaria, «tenía más fuerza» la cerveza servida en botella.
Con un reguero de camareros que iban desfilando por la zona habilitada para la tertulia correspondientes, se sirvieron un sinfín de manjares. Makis con sabor a plátano, morcilla dulce, ensaladillas rusas, empanadillas de carne, gyozas, nuggets de queso fundido y sobre todo cientos de platos de jamón serrano.
Entre tando se fueron formando los grupos de personas por afinidad. Entre los jugadores, los más veteranos se juntaron entre ellos para recordar batallas pasadas, mientras que los actuales también hicieron su división.
Kirian, como capitán del vestuario, no se separón en ningún momento de su mejor amigo, Benito Ramírez. A la vez que iba acogiendo a los canarios.
Mientras, Álex Suárez, el cuarto capitán en la jerarquía decretada en la caseta, se juntó con sus familiares, entre los que estaba presente su tío Alexis, nuevo miemrbo del área de captación de talentos.
No faltó a la cita tampoco los que están en el disparadero de salida, Álvaro Valles, Enrique Clemente y Sory Kaba, a quienes no les faltó una sonrisa con todos los que se les acercaron a buscar una foto para el recuerdo.
Por último y como muestra de la camaradería del equipo, los anglófonos se juntaron entre ellos: Oli McBurnie, Scott McKenna, Dinko Horkas, Jasper Cillessen y Dinko Horkas.