En pleno aumento de la presión por la llegada de cayucos a Canarias, y con los centros de menores migrantes en el archipiélago y Ceuta colapsados ante la falta de colaboración del PP, Pedro Sánchez y Fernando Clavijo se reúnen este viernes en La Palma. Tras el fracaso de la reforma de la ley de extranjería el pasado 22 de julio en el Congreso, cuando el PP, Vox y Junts tumbaron la iniciativa con sus votos en contra, la Moncloa asegura que no quiere quedarse quieta y mirar hacia otro lado ante la situación en las islas y la ciudad autónoma de un colectivo especialmente vulnerable. Pero los colaboradores de Sánchez ponen el foco en la necesidad de que se sume al acuerdo el partido de Alberto Núñez Feijóo, que en los últimos tiempos ha endurecido su discurso contra la inmigración, pidiendo incluso que la Armada bloquee la llegada de embarcaciones en origen.
Sin el concurso del PP, que gobierna en 11 de las 15 autonomías, resulta imposible que el reparto entre territorios salga adelante. Pero la reunión de este lunes entre Sánchez y Clavijo puede ayudar a revertir esta situación, consideran los socialistas. El jefe del Ejecutivo canario cogobierna el archipiélago con el PP, después de que los conservadores dieran su apoyo al líder de Coalición Canaria para evitar que el PSOE, que en las elecciones de mayo de 2023 fue primera fuerza, retuviera el poder. Los socialistas buscan que esta alianza autonómica sirva para mover a los conservadores.
Si Núñez Feijóo se compromete a votar a favor del reparto de menores migrantes, el Gobierno abre la puerta a una fórmula como la que defiende Clavijo: un decreto ley que tendría efecto inmediato y regularía el reparto obligatorio entre territorios de los menores migrantes no acompañados. Clavijo quiere que se apruebe en el próximo Consejo de Ministros, el martes de la semana que viene, el primero tras las vacaciones de agosto. Ese mismo día, ya por la tarde, Sánchez se desplazará a Mauritania, un país en el que se han disparado los desplazamientos de irregulares hacia Canarias, en un viaje oficial que también le llevará a Senegal y Gambia, dentro de un contexto de repunte del fenómeno. En lo que va de año, el número de entradas por tierra y mar a España, 31.155 personas, es un 66% superior al mismo periodo de 2023, según las cifras del Ministerio del Interior.
“Son menores y las comunidades tenemos una responsabilidad, pero son inmigrantes y el Estado tiene otra responsabilidad (…). Lo importante es que se haga una modificación porque ya no están llegando solo a Canarias. Estamos hablando de Ceuta y también de Alicante. Era evidente que eso iba a ocurrir y ya lo llevamos tiempo diciéndolo. Tenemos que dar una respuesta como país a toda esa gente y especialmente a los menores”, dijo el miércoles el presidente canario, que también pidió al PP que se sume al “consenso” ante la “emergencia” en el archipiélago, que en estos momentos alberga a 5.200 integrantes de este colectivo cuando solo tiene capacidad para 2.000.
La barrera del 150%
El real decreto recogería el contenido de la proposición tumbada el mes pasado en el Congreso para reformar la ley de extranjería. La modificación afectaba principalmente al artículo 35 de esta norma, estableciendo la obligatoriedad en el reparto entre territorios de menores migrantes no acompañados cuando Canarias, Ceuta y Melilla vean superados sus sistemas de acogida en un 150%.
Pero el PP, después de que Vox decidiese romper sus coaliciones con los conservadores en varias autonomías tras un pacto con el PSOE sobre este asunto, no da por el momento muestras de estar dispuesto a respaldar la medida, que tendría que ser convalidada por el Congreso tras su aprobación en el Consejo de Ministros. “La modificación de la ley de extranjería lo único que planteaba era que el Gobierno cogía a los menores de Canarias y los repartía entre las distintas comunidades. Ahí acababan sus obligaciones y, por eso, estamos en contra de esa modificación legal”, dijo el miércoles su vicesecretaria de Políticas Sociales, Ana Alós, quien pidió no “echar el muerto” a las autonomías.
Para los socialistas, este tipo de declaraciones muestran que el principal partido de la oposición es incapaz de ponerse en el lugar de un colectivo tan vulnerable como este. «El PP no solo ha perdido el norte, es que ha perdido la humanidad. Sigue negando la realidad y prefiere el apocalipsis -señaló el martes su portavoz en el Congreso, Patxi López-. Presentamos una modificación de la ley para dar acomodo a niños que huyen de sus países y llegan a nuestras costas buscando simplemente vivir. Y votó en contra a pesar de que era una propuesta acordada con el Gobierno de Canarias, apoyado por el PP”.
