El Gobierno australiano avanza en el programa Ghost Shark para dotar a su Armada con tecnología submarina autónoma de vanguardia.

Ghost Shark: vehículo submarino autónomo para la defensa australiana

El Gobierno australiano, comprometido con proporcionar a la Fuerza de Defensa Australiana (ADF) capacidades avanzadas, está acelerando la producción del programa Ghost Shark. Este programa, desarrollado en conjunto con Anduril Australia, dotará a la Armada de un vehículo submarino autónomo de largo alcance, diseñado para misiones de inteligencia, vigilancia, reconocimiento y ataque. El vehículo ofrece una solución rentable y persistente para operaciones submarinas.

El Gobierno australiano está coinvirtiendo $20,1 millones en este programa, en paralelo con una inversión equivalente de Anduril Australia. Esta coinversión tiene como objetivo escalar la cadena de suministro nacional y desarrollar la infraestructura necesaria para la transición del Ghost Shark de la etapa de prototipos a la producción en serie. Hasta la fecha, el Gobierno ha invertido un total de $90,1 millones en este ambicioso proyecto.

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La científica jefa de defensa, profesora Tanya Monro, destacó la importancia de la flexibilidad y la capacidad de producción en masa del Ghost Shark, subrayando el papel crucial del Grupo de Ciencia y Tecnología de Defensa (DSTG) en la gestión de proyectos y la autonomía del programa. “Ghost Shark ha sido diseñado específicamente para la fabricación, la producción en masa y la flexibilidad para crear resiliencia en la cadena de suministro. Esto demuestra lo que se puede lograr mediante el desarrollo colaborativo y la coinversión centrados”, afirmó Monro.

Gobierno e industria australiana impulsan la cadena de suministro

La directora de ASCA, profesora Emily Hilder, resaltó el impacto del contrato de obras tempranas cofinanciado en la aceleración del programa. Este contrato, firmado entre Anduril Australia y Defensa, está destinado a preparar el camino para la producción del Ghost Shark y expandir la cadena de suministro australiana a una velocidad sin precedentes. Hilder señaló que este proyecto es un ejemplo claro de cómo ASCA puede unir los esfuerzos de Defensa y la industria para brindar una ventaja asimétrica a las fuerzas armadas australianas.

Por su parte, el Ministro de Industria de Defensa y Entrega de Capacidades, Pat Conroy MP, subrayó cómo el Gobierno de Albanese está trabajando junto a la industria para acelerar la entrega de capacidades soberanas avanzadas. Conroy enfatizó que contratos como el de Ghost Shark son fundamentales para escalar la capacidad industrial australiana, atraer inversiones y generar empleos. “El programa Ghost Shark ejemplifica cómo la industria de defensa de Australia puede desarrollar tecnología de vanguardia y entregarla a buen ritmo”, afirmó Conroy.

El desarrollo del Ghost Shark es parte de una inversión mayor de hasta $7 mil millones por parte del Gobierno australiano en capacidades de guerra submarina y vehículos marítimos autónomos. Con la construcción de una planta de fabricación en Australia, Anduril Australia planea tener la primera variante de producción del Ghost Shark lista para finales de 2025. La planta también fabricará variantes para socios internacionales y comerciales, expandiendo aún más la cadena de suministro nacional.

El impacto de la coinversión en la industria de defensa australiana

El programa Ghost Shark es un componente clave de la estrategia del Gobierno de Albanese para fortalecer la defensa nacional mediante la inversión en tecnologías avanzadas. Con la participación de hasta 42 empresas australianas en la cadena de suministro del Ghost Shark, el proyecto está creando un ecosistema industrial robusto capaz de soportar la producción de vehículos autónomos de alta tecnología.

El contrato de obras tempranas entre Anduril Australia y Defensa no solo prepara el camino para la producción en masa del Ghost Shark, sino que también impulsa la inversión en la infraestructura necesaria para apoyar la expansión de la industria. Esto incluye el desarrollo de capacidades de fabricación y la escalabilidad de la cadena de suministro, lo que refuerza la posición de Australia como un líder en la tecnología de defensa.

Además de mejorar las capacidades de defensa, el programa Ghost Shark tiene un impacto significativo en la economía australiana, atrayendo nuevas inversiones y generando empleos en el sector industrial. La coinversión del Gobierno y la industria está creando un entorno propicio para la innovación y el crecimiento, posicionando a Australia como un actor clave en el desarrollo de tecnologías de defensa avanzadas a nivel mundial.

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