Después de dos meses consecutivos en los que el ritmo de expansión se había ralentizado, la actividad de la zona euro repuntó en agosto. Aunque el aumento observado fue el mayor desde mayo, siguió siendo modesto, según el índice PMI que muestra, sin embargo, que no todas las señales son positivas.
«A primera vista, los últimos datos de la encuesta aportan una agradable sorpresa. Pero un análisis más detenido revela que los datos no son tan positivos como parecen», destacan en Hamburg Commercial Bank.
El índice PMI compuesto de la actividad total de la eurozona, ajustado estacionalmente, subió a 51,2 en agosto de 50,2 registrado en julio, señalando un ritmo más rápido de crecimiento de la actividad total del sector privado de la zona euro.
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