Los científicos han elaborado con éxito un punto de inflexión climático que sumiría a amplias zonas de Europa en un profundo enfriamiento sobre el océano Atlántico, y podría estar más cerca de lo que se pensaba.

Utilizando un complejo modelo climático, investigadores de la Universidad de Utrecht (Países Bajos) simularon el colapso de una importante corriente del Océano Atlántico que actualmente lleva agua cálida al norte y mantiene suaves las temperaturas en Europa.

Por qué el océano Atlántico está teniendo un enfriamiento inusual

Ahora, y de acuerdo con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, durante el último año gran parte del Atlántico Norte ha sido extremadamente cálido. Pero desde el inicio de junio, la temperatura superficial del agua en el área del Atlántico ha sufrido un importante enfriamiento, estando entre los 0,5 y 1 grados por debajo del promedio, un enfriamiento inusual que podría indicar la aparición de un evento conocido como La Niña del Atlántico.

Así, el enfriamiento del océano Atlántico Norte subpolar está relacionado con una combinación de factores, muchos de ellos vinculados al cambio climático. Uno de los principales factores es el derretimiento acelerado de la capa de hielo de Groenlandia.

A medida que el hielo se derrite, grandes volúmenes de agua dulce entran en el Atlántico Norte, lo que disminuye la salinidad del agua de mar. Esta agua menos salada es menos densa y, por lo tanto, menos propensa a hundirse, un proceso que es fundamental para la AMOC. Sin el hundimiento de las aguas en el Atlántico Norte, la circulación meridional se debilita.

Consecuencias del enfriamiento del océano Atlántico

El enfriamiento del Atlántico subpolar podría tener una serie de efectos a gran escala, tanto en la región como en el clima global. Algunos de estos impactos ya se están manifestando, mientras que otros podrían desarrollarse en las próximas décadas si las tendencias actuales continúan.

«Estamos empezando a ver que las temperaturas medias globales del océano están bajando«, ha explicado Pedro DiNezio de la Universidad de Colorado en Boulder.

Según NOAA, las temperaturas globales de la superficie del mar en el pasado mes de julio fueron ligeramente más frías que en julio de 2023, lo que pone fin a una racha de 15 meses de temperaturas medias oceánicas récord.

Según indican los expertos, un fenómeno de este tipo reduce la cantidad de circulaciones tropicales provenientes de África y generan una limitación en la zona de huracanes.

Los climas regionales, especialmente en Europa y la selva amazónica, podrían sufrir grandes variaciones. Europa enfrentaría descensos de temperatura, mientras que en la selva amazónica se observarían cambios notables en los patrones de precipitación. Ambos fenómenos conllevan posibles consecuencias graves para sus ecosistemas.

Lo que ha dejado perplejos a los científicos es que este enfriamiento del Océano Atlántico ha coincidido con un debilitamiento de los vientos alisios, un comportamiento contrario a lo esperado. Normalmente, estos vientos, al disminuir su intensidad, deberían calentar el agua, no enfriarla. Esta discrepancia ha llevado a la comunidad científica a investigar más profundamente las causas detrás de este cambio tan rápido y peculiar.

Este fenómeno contrasta con el calentamiento récord registrado en los últimos años en diversos océanos, impulsado en parte por el cambio climático y el fenómeno de El Niño, que contribuyó a elevar las temperaturas globales del mar.

Impactos en la temporada de huracanes

Lo que parece es que un descenso en las temperaturas del océano Atlántico podría influir en la temporada de huracanes, un aspecto que preocupa a meteorólogos y residentes de zonas propensas a estos fenómenos.

Así, se estima que este fenómeno tiende a provocar la reducción de las precipitaciones en la región del Sahel en África y, por otro lado, aumentarlas en el golfo de Guinea, además de acarrear cambios estacionales de la temporada de lluvias en el noreste de América del Sur e influir en la cantidad de ciclones tropicales al limitar las circulaciones provenientes de la costa africana.

A pesar de la importancia de estos cambios, los científicos aún están tratando de entender por qué el océano Atlántico se está enfriando tan rápidamente. Esto podría estar relacionado con variaciones en los vientos alisios o en la radiación solar, pero hasta ahora ninguna hipótesis ha sido confirmada.

Aunque La Niña del Pacífico generalmente aumenta la actividad de huracanes en el Atlántico, la formación de una Atlántico Niña podría mitigar algunas de las condiciones necesarias para la formación de tormentas, lo que introduce un elemento de incertidumbre en las previsiones.

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