Una anciana japonesa podría quedarse con el puesto mundial que hasta este mismo martes ostentaba la catalana María Branyas, como la persona viva más longeva del mundo.

Branyas falleció este martes a los 117 años de edad; ahora, la japonesa Tomiko Itooka es la candidata idónea para ascender a este puesto a sus 116 años y tres meses. Itooka ya es considerada como la persona más anciana de Japón, residente de Ashiya, al oeste del país asiático.

Y es que este puesto de candidata se lo ha concedido la organización sin ánimo de lucro estadounidense Grupo de Investigación Gerontológica, que se encarga de hacer estudios a personas que superan los 100 años alrededor de todo el mundo.


De vivir la Segunda Guerra Mundial a aficionada del alpinismo

Tomiko Itooka es considerada la persona más anciana de Japón desde el pasado 12 de diciembre del año pasado; un título que le fue otorgado tras el fallecimiento de Fusa Tatsumi a la misma edad que ahora tiene Itooka. La mujer nació en mayo de 1908 en Osaka, siendo la mayor de tres hermanos y habiendo formado una familia en sus veinte con cuatro hijos.

Itooka vivió en sus propias carnes la Segunda Guerra Mundial, teniendo que sustituir a su marido en el puesto principal de dirección de una fábrica textil en Corea del Sur y, posteriormente, tras la muerte de éste en 1979, continuó viviendo sola en Nara, al oeste de Japón, una época en la que se aficionó al alpinismo. Tal era la destreza de la mujer que, habiendo cumplido los 100 años, continuaba teniendo fuerzas para subir los escalones de piedra del santuario de Ashiya sin apenas ayuda externa.

La candidata a persona más longeva del mundo ya contaba con el récord ‘supercentenario’ de aquellos que superan la barrera de edad de los 110 años, edad que cumplió en 2018.

Cabe recordar que pese a que es ahora Tomiko Itooka la persona viva más longeva del mundo a los 116, lo cierto es que el récord mundial sigue siendo de Jeanne Calment, mujer francesa fallecida a la edad de 122 años y 164 días en 1997. En segundo lugar, Kane Tanaka, de 119 años y 107 días, originaria a su vez de Japón.

Muere María Branyas a los 117 años

Siendo la octava persona más anciana de la historia, María Branyas falleció este martes a los 117 años de edad en la residencia Santa María del Tura, en la localidad de Olot (Girona), donde vivió más de dos décadas.

En el último año, la familia ya había notado un deterioro por la longeva edad de María, pero fue este lunes cuando saltaron las alarmas de su evidente empeoramiento. Sin embargo, a golpe de mensajes en redes sociales, su círculo cercano dio a conocer las últimas palabras de la anciana mujer: «Me siento débil. Se acerca la hora. No lloréis, no me gustan las lágrimas. Y sobre todo no sufráis por mí. Ya me conocéis, allí donde vaya seré feliz, pues de algún modo os llevaré siempre conmigo», expresó.

Fue este martes por la mañana cuando los restos de María Branyas fueron incinerados en un evento familiar y privado en el cementerio de Olot, siguiendo así la última voluntad de la anciana, que se fue en paz, tal y como ella quiso.

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