La amistad sino-rusa ha sumado una página más con la visita de Li Qiang, el primer ministro chino, que llegó el pasado martes a Moscú. Voló hasta el corazón de Rusia para reunirse este miércoles tanto con su homólogo, Mijáil Mishustin, como con el presidente Vladímir Putin para buscar un entendimiento más profundo entre ambos pesos pesados en la arena internacional. Durante sus encuentros buscaron puntos en común y hacer piña a nivel global, y además firmaron cerca de 15 documentos sobre aspectos como aduanas o inversión. En la mesa había muchos más temas, como el comercio de hidrocarburos, el turismo entre ambos países o el impulso de industrias como la automobilística y la metalurgia.

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