Los llamados agujeros azules son hoyos submarinos que grandes proporciones, tanto en diámetro como en profundidad, que se adentran en el lecho rocoso convirtiéndose en hábitat de numerosas especies y convirtiéndose, por tanto, en paraísos de biodiversidad. Se trata de espectaculares formaciones geológicas que, por sí solas, parecen sacadas de otro planeta.
Existen alrededor de unos 20 sumideros de este tipo repartidos por los diferentes océanos del mundo. Pero ¿cuál de ellos es el más profundo? Los científicos han dado ya con la respuesta, pero es una respuesta parcial, porque se sabe cuál es el más grande, pero no hasta dónde llega exactamente. Es decir, se desconoce aún su profundidad exacta.
Se trata del agujero azul de Taam Ja’, que en lengua nativa significa ‘agua profunda’ y que se encuentra junto a la Península de Yucatán, en México, concretamente en la Bahía de Chetumal.
Las últimas mediciones realizadas demuestran que su profundidad es de, al menos, de 420 metros bajo el nivel del mar. Estas medidas superan holgadamente las que se habían tomado cuando se descubrió este sumidero, y que indicaban que su profundidad era 146 metros menor que la que ahora se conoce.
El Taam Ja’ también supera en 119 metros el poseedor del anterior récord, el agujero azul de Sansha Yongle, o Agujero del Dragón, en el Mar de China Meridional y que cuenta con 301 metros de profundidad.
La boca del agujero se ubica entre 4,5 y 5 metros bajo el nivel del mar, lo que causa variaciones significativas en las propiedades del agua superficial con las mareas.
La forma del agujero es casi circular en su superficie y abarca un área de aproximadamente 13.690 m2. Desde el aire, dicha circunferencia no es claramente visible, contrariamente a lo que sucede con el sumidero de Belize, que es el que figura en casi todas las fotografías que hablan de Taam Ja’. Los lados del agujero son casi verticales (>80°) y forman una gran estructura cónica cubierta por biopelículas, sedimentos, piedra caliza y repisas de yeso.
Las primeras mediciones del hoyo de Yucatán arrojaron como resultaron una profundidad de 274 metros, pero al usar, años después, tecnologías más avanzadas han puesto de manifiesto que llega, como mínimo, hasta los 420 metros bajo el nivel del mar. Lo que sucede es que en realidad no se ha llegado aún a su fondo.
Los científicos afirman que el único procedimiento fiable para saber hasta dónde llega consiste en el envío de robots a Taam Ja’, donde incluso se cree que podrían encontrarse fascinantes formas de vida aún desconocidas para los expertos.
Los llamados ‘agujeros azules’ son cavidades verticales que se crean en áreas costeras donde el suelo rocoso está hecho de material soluble, como la piedra caliza o el yeso, y que se forman porque el agua va filtrándose lentamente a través de la roca disolviéndola y, en cierto modo, excavándola.
Existen ejemplos de estas formaciones, muy apreciadas por los buceadores, fotógrafos submarinos y biólogos marinos, en China, Egipto, Bahamas o Belize, alcanzando normalmente entre los 200 y los 100 metros de profundidad.
Estudio de referencia: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fmars.2024.1387235/full
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