Son muchas las localidades en las que se ve a los asistentes vestidos de blancos tomando un buen vino tinto o sucedáneos y este tipo de bebida puede jugar una mala pasada en la ropa. Sucede en Os Caneiros, en Betanzos, donde las pistolas de agua llenas de este líquido son protagonistas. Esta joven volvió con sus prendas en una bolsa y lo que sucedió le impide volver a usarlas.





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