El banco de inversión estadounidense JPMorgan ha ajustado su pronóstico para la economía de Israel, en respuesta a una serie de datos macroeconómicos recientes que han resultado desfavorables.

Entre los datos más relevantes se encuentra un crecimiento del PIB del 1,2% en el segundo trimestre, calculado sobre una base anualizada, y un incremento de la tasa de inflación anual al 3,2%, la más alta registrada desde noviembre. Estos indicadores han llevado a JPMorgan a reevaluar sus expectativas para el país.

Según el informe, el crecimiento en el segundo trimestre quedó considerablemente por debajo de las proyecciones del mercado, que anticipaban un aumento de entre 5,8% y 5,9%.

Este bajo rendimiento fue acompañado por señales de debilidad en varios sectores clave, destacándose la disminución en la inversión y una notable contracción en las exportaciones durante el mismo período.

No obstante, el banco subrayó que el consumo privado se ha mantenido robusto, lo que ofrece un respiro dentro de este panorama complicado.

JPMorgan también se refirió a las posibles acciones que podría tomar el Banco de Israel en respuesta a estos desafíos. La entidad estadounidense espera que, en su esfuerzo por controlar la inflación, el Banco de Israel priorice este objetivo sobre la promoción del crecimiento económico.

En este sentido, JPMorgan anticipa un recorte de la tasa de interés de 0,25% en noviembre, seguido de una reducción adicional de 0,75% a mediados de 2025. Sin embargo, el propio Banco de Israel ha proyectado un único recorte de la tasa del 0,25% en el transcurso del próximo año.

A raíz de estos desarrollos, JPMorgan ha revisado a la baja su estimación de crecimiento del PIB de Israel para 2024, reduciéndola al 1,4% desde el 1,6% previsto anteriormente, y al 4,4% para 2025.

Estas cifras se sitúan ligeramente por debajo de las proyecciones del Banco de Israel, que espera un crecimiento del 1,5% en 2024.

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