Los jóvenes españoles con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años tienen una vida social bastante más rica e intensa que sus colegas europeos. El 56% se declara muy próximo a sus padres y madres y el 70% interactúa con ellos una vez al día. Nada que ver a lo que ocurre en otros países, especialmente los del este de Europa.

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