Los gijoneses residentes en Segovia, Mónica Vacas y Daniel Castillo, viven de hacer mapas donde una capa de ficción literaria se superpone sobre el territorio físico. Los personajes o las tramas novelescas se localizan y comentan situándolos sobre la trama urbana. Son cartas de navegación que van de lo imaginado a lo real, y viceversa. Su empresa se llama “Aventuras literarias” y edita uno de los productos más cuidados y únicos del mercado editorial español: mapas del Dublín de Joyce, de la Lisboa de Pessoa, el Madrid de Galdós, del Oviedo de Clarín… Los planos que diseña esta pareja asturiana, formada por una economista y un ingeniero, tienen un aire de documento de época y se han convertido en auténticos objetos de culto para los amantes de la buena literatura. Ahora, los editores de “Aventuras Literarias” han saltado al campo de la historia y sacan al mercado un mapa profusamente documentado de la Revolución de Octubre del 1934, el estallido minero que hace 90 años colocó a Asturias…en el mapa.
“Daniel y yo empezamos a trabajar juntos dedicándonos a la gestión cultural, pero siempre vinculada a la literatura. El primer trabajo que hicimos fue un mapa literario para el Principado con autores asturianos. Era un mapa interactivo, como una base digital… Pero pensamos que eso sí podría tener una buena plasmación llevándolo al papel. Algo que tuviera una parte más tangible, más visual y que no tenía que ser necesariamente un libro. Y ahí desarrollamos un formato de mapa literario”, explica Vacas.
Lo desconocían todo del mundo editorial. “Pero siempre fuimos muy lectores, los dos. Y siempre vinculamos nuestros viajes de ocio a la literatura. Aparte de visitar los lugares un poco emblemáticos del sitio al que ibas, siempre empezábamos a leer libros que estaban ambientados allí. Entonces pensamos que, como nosotros tampoco íbamos a ser especiales, eso era algo que hace mucha gente. Y vimos que no había en el mercado un producto basado en vincular la geografía y la literatura”, añade la editora de “Aventuras Literarias”.
En su catálogo, todos los mapas hacen referencia a las ciudades donde se localizan la vida y la obra de autores clásicos de finales del XIX o principios del XX. Encontraron un nicho de mercado que les ha permitido, además, sortear le velocidad del mundo editorial, sometido una vertiginosa dictadura de novedades. Ellos editan dos o tres títulos al año, funcionan como “una editorial de fondo”, que sigue vendiendo mapas editados con anterioridad. Cada clásico va encontrando nuevos lectores. Mónica Vacas: “Nuestros mapas valen para el fan, que puede poner lugar a todos esos sitios de los que fue disfrutando en las novelas. Pero también sirven como acercamiento a la literatura para alguien que desconoce ese autor. Así llegan a él de una manera diferente, a través de un objeto”. En la era digital, Mónica y Daniel siempre consideraron que el papel “era algo fundamental” en sus mapas, aunque todos tienen también un acceso digital a un mapa interactivo para ampliar la información.
Algunos de sus mapas se han vendido como churros. “De Madrid tenemos muchos, pero el Madrid de Galdós es nuestro superventas. Llevamos unos 12.000 mapas vendidos. Para una editorial como nosotros es mucho. Y yo le tengo mucho cariño al mapa de ‘La Regenta’, porque es una de mis novelas favoritas. Es un libro maravilloso. Creo que todavía no somos conscientes de la grandeza de esa novela. Hay pocas en castellano al nivel de ‘La Regenta’. Es comparable a ‘Madame Bovary’. Totalmente. Y a los franceses a ‘Madame Bovary’ ni se la toques”, comenta Vacas.
Y añade: “Cuando nosotros sacamos el mapa de ‘La Regenta’ nos hizo una entrevista Andrés Amorós, el crítico, que es súper fan de la novela de Clarín. Y nos preguntaba si realmente creíamos que íbamos a vender mapas de ‘La Regenta’ porque él había hecho el prólogo de una edición buenísima y apenas vendieron. Pues llevaremos unos 3.000 aproximadamente. No está mal, estoy muy contenta. Yo creo que la mitad los vendimos gracias a Conchita Quirós (propietaria de la librería Cervantes de Oviedo, fallecida en 2021). No había nadie que pasara por allí al que no le enseñara nuestro mapa de La Regenta”.
Cada mapa de Aventuras Literarias ha sido antes una aventura para sus editores. “El primer mapa que salió este año, el Madrid del siglo de Oro, lo disfrutamos muchísimo haciéndolo y leyendo autores de esa época. Es una literatura que siempre crees que se te va a hacer bola, que va a ser muy complicada, pero es superdivertida, muy callejera, muy canalla”, comenta la editora.
Lo último que sacan al mercado es el «mapa negro» de la revolución de octubre de 1934. “En la carpeta, hay un mapa grande de Asturias, con toda la cronología, día a día, y los lugares donde se fueron sucediendo los hechos; más que ciento y pico localizaciones. Luego lleva un mapa específico de Oviedo, fue uno de los sitios en los que el 34 golpeó más fuerte. Hay también un día a día de todo lo que sucedió en Oviedo y un cuaderno con las imágenes”.
Mónica Vacas y Darío Castillo viven en Segovia. Se fueron de Asturias buscando la cercanía a Madrid. Una parte importante de sus ventas se producen en las ferias de diseño de la capital. Y todos los meses tienen una o más. Ir y venir no les salía rentable. Segovia era estar, al tiempo, cerca de Madrid pero fuera de la gran ciudad, era un entorno más manejable para criar a su hijo. De momento se van a quedar allí. Aunque vuelven a Asturias con regularidad.
Con regularidad y cierta preocupación, porque Mónica Vacas no sabe si Asturias está tomando el camino correcto en lo relativo al turismo. “No quiero ser pesimista, pero veo un crecimiento que, al final, beneficia a muy poca gente y sí que puede traer consecuencias a largo plazo. Habría que estudiarlo”. Esta economista no sabe si el futuro que necesitamos se debe sustentar en la descarga de cruceros en Gijón o en los llenazos sidreros de Gascona, en Oviedo. “Yo tengo un crío y ¿qué oportunidades de trabajo va a tener en Asturias que no sean de camarero o echador de sidra?”. ¿Qué hay de la industria y la tecnología?, se pregunta. Y a esto suma otra reflexión sobre la transformación de las ciudades en espacios de uso exclusivamente turístico, donde los precios de la vivienda se disparan. “En Lisboa mucha gente se tuvo que vivir a la otra orilla del río porque el turismo genera tal inflación de los precios que hace que no sean sostenibles para la gente de la ciudad. Las administraciones públicas no pueden poner todos los huevos en la cesta del turismo”.