Este viernes, en una nueva muestra de las tensiones diplomáticas que ocasionalmente emergen entre México y Estados Unidos, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha expresado su descontento hacia la administración de Joe Biden. En el centro de la disputa se encuentra la financiación por parte de Estados Unidos a la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), la cual, según López Obrador, ha tenido como principal objetivo atacar al gobierno de México.

Durante su acostumbrada rueda de prensa matutina, el mandatario mexicano ha expuesto una carta dirigida al presidente estadounidense, Joe Biden, en la que le solicita que tome las medidas necesarias para cesar el apoyo económico a MCCI. López Obrador ha calificado esta acción de financiación como «ofensiva y contraria a las relaciones de respeto» que ambos líderes han intentado fomentar entre sus países.

López Obrador apela a la soberanía nacional en su carta a Biden

En la misiva, López Obrador detalla que, aunque la cantidad de dinero involucrada es relativamente menor, la actitud de financiar a una organización que ha criticado abiertamente a su gobierno es «completamente ofensiva» y va en contra del respeto a la soberanía que ambos países deberían proteger. Desde el año 2018, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha destinado más de 110 millones de pesos mexicanos (aproximadamente 5,3 millones de euros) a MCCI.

El presidente mexicano ha subrayado que este tipo de acciones perjudican el principio constitucional de no intervención y autodeterminación de los pueblos, principios que son fundamentales para la diplomacia y el respeto mutuo entre naciones. Con un tono conciliador pero firme, López Obrador ha concluido su carta pidiendo disculpas a Biden por tener que abordar este asunto de manera tan directa, pero enfatizando la necesidad de resolver esta situación que, a su juicio, atenta contra la armonía bilateral.

Este incidente pone de relieve no solo las complejidades de la relación entre México y Estados Unidos, sino también la delicada línea que deben manejar ambos gobiernos en cuanto a la no intervención en asuntos internos, un tema que, sin duda, seguirá siendo de relevancia en el panorama diplomático actual.

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