España y Argentina suavizan la crisis institucional con una llamada entre ministros

Desde que el pasado mes de mayo España decidió retirar su embajadora en Argentina, la tensión entre ambos países, además de ser evidente, no ha hecho más que aumentar. Lo anunciaba el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, después de la visita a Madrid de Javier Milei, donde tildó de “corrupta” a Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez. 

Tras esto, la escalada de tensión entre ambos gobiernos se ha visto reflejada en diferentes actos celebrados desde entonces, como el distanciamiento que mostraron ambos presidentes en el foro internacional sobre la paz en Ucrania celebrado el 16 de julio en Suiza o los constantes insultos del mandatario argentino que se han ido sucediendo sobre Sánchez y Gómez. 

Pese a ello, tres meses después de esta retirada definitiva de María Jesús Alonso, parece que se están empezando a retomar las relaciones diplomáticas. La semana pasada, el titular de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, retomó el contacto a través de una llamada telefónica con la ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, Diana Mondino. Según han podido señalar fuentes que conocen la conversación, esta giró en torno al conflicto de Oriente Próximo, así como la petición a Nicolás Maduro de difundir las actas de las elecciones venezolanas, junto con una veintena de países más.


La homóloga de Albares en Argentina ya tuvo contacto con la embajadora de España poco después de las polémicas declaraciones de Milei para evitar que la tensión fuera a más, algo que, como se comprobó días después, resultó inevitable. Señaló que su deseo no era otro que “reconducir las relaciones entre nuestros Gobiernos para ponerlas en línea con las que nos reclaman nuestras sociedades”. 

Aunque este diálogo entre ambos ministros pueda dibujar el principio de una reconciliación diplomática, sumado al próximo encuentro que se dará a finales de septiembre en Nueva York con motivo del desayuno de cancilleres iberoamericanos en la Asamblea General de la ONU, lo cierto es que, por el momento, España todavía mantiene retirada su embajada en Argentina. Una decisión que se produjo después de que Milei, en su visita a España en mayo con motivo del mitin organizado por Vox en Vistalegre, calificara de “corrupta” a Begoña Gómez y cargara también con el presidente del Gobierno en los días posteriores, definiéndolo como “cobarde”. No solo eso, sino que durante la celebración de un congreso del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), “Pedrito” y “Vergoña” fueron las palabras que tanto él como su vocero presidencial, Manuel Ardoni, utilizaron para referirse al presidente y su mujer. 

Pese a esta evidente degradación de la relación entre ambos estados, la canciller argentina, Diana Mondino, trató en todo momento de suavizar la situación señalando que se trataba de una “anécdota”, y que era un conflicto “interno y político” que no afectaba a las relaciones entre los dos países

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. EP/Archivo.


Sin embargo, aunque hayan intentos por rebajar la tensión, Milei no parece estar por la labor. Tras los últimos insultos espetados en el congreso de finanzas, volvió a cargar recientemente con el ejecutivo español después de conocerse que la casa de Ibiza del argentino Leo Messi había amanecido grafiteada. En su cuenta de Twitter, señalaba: “En España, los comunistas que quieren ‘asesinar a los ricos y abolir la policía para terminar con el cambio climático’ vandalizaron una casa de Lionel Messi y su familia. Me solidarizo con la familia Messi por este cobarde y delirante suceso y le solicito al gobierno de Pedro Sánchez que garantice la seguridad de los ciudadanos argentinos que habitan en el Reino de España”. 

 



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