El embajador saliente de Israel ante las Naciones Unidas, Gilad Erdan, ha lanzado duras críticas contra la organización, calificando su sede en Nueva York como “innecesaria” y afirmando que “debería ser cerrada y borrada de la faz de la tierra”.
En un adelanto de una próxima entrevista en hebreo con el canal i24News, Erdan expresó: “Dejo mi puesto con una sensación de satisfacción, por un lado, debido a la lucha y el trabajo que realicé aquí, pero también con un profundo sentimiento de angustia y frustración porque este edificio, que puede parecer atractivo desde el exterior, en realidad está profundamente retorcido y distorsionado”.