El general de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, David Allvin, ha insinuado un posible cambio en la dirección del programa de Dominio Aéreo de Próxima Generación (NGAD), sugiriendo que la Fuerza Aérea está explorando el desarrollo de un “caza ligero”. Este concepto fue discutido durante la Conferencia Mundial de Jefes del Aire y el Espacio en Londres, donde Allvin destacó la posibilidad de crear un caza adaptable, modificable y actualizable.

Allvin no es el único que sugiere un cambio en la dirección del programa NGAD. Durante la conferencia de julio, varios ejecutivos de la industria también insinuaron que podría haber un viraje en la estrategia de la Fuerza Aérea. Posteriormente, la Royal Aeronautical Society (RAeS) publicó actas en las que se indicaba que la Fuerza Aérea de EE. UU. podría estar considerando “alejarse del NGAD” y “evaluar” nuevas opciones para el futuro.

En su análisis, Allvin propuso un “concepto teórico de caza ligero” que representaría un cambio conceptual significativo en el diseño y desarrollo de aeronaves. Este nuevo enfoque se alejaría de la tradicional filosofía de “construido para durar” hacia una mentalidad de “construido para adaptarse”, permitiendo que los aviones se mantengan actualizados con avances tecnológicos en lugar de volverse obsoletos rápidamente.

El costo prohibitivo del NGAD: $300 millones por avión
NGAD

La modularidad se está convirtiendo en una expectativa clave, facilitando actualizaciones graduales en las estructuras de los aviones con nuevo software y aviónica conforme la tecnología avanza. Este enfoque flexible evitaría compromisos tecnológicos que podrían resultar costosos y obsoletos en poco tiempo, permitiendo que las nuevas plataformas aéreas se mantengan operativas y relevantes durante un período más prolongado.

Allvin subrayó que construir sistemas duraderos puede convertirse en una carga: “todavía funciona, pero no es tan efectivo”. La mayoría de los sistemas actuales de la Fuerza Aérea fueron diseñados bajo esta propuesta de valor, pero el nuevo caza ligero estaría basado en la adaptabilidad, no en la robustez.

Este caza se diseñaría utilizando una arquitectura de sistemas abiertos, diseño modular, ingeniería digital y fabricación aditiva o impresión 3D, métodos que permitirían mejoras continuas en la estructura del avión a lo largo del tiempo.

NGAD

Sin embargo, la posibilidad de que la Fuerza Aérea decida replantear su compromiso con el programa NGAD ha sorprendido a la comunidad aeroespacial. Las actas de la RAeS describieron esta decisión como “impactante”, y un alto ejecutivo de la industria de defensa expresó su desconcierto ante este posible cambio de rumbo.

El programa NGAD se había concebido como el sucesor del F-22, un caza de quinta generación que, aunque sigue siendo el líder en superioridad aérea, enfrenta el desafío de una tecnología furtiva que se está quedando atrás. Es comprensible que la Fuerza Aérea busque que su próximo caza mantenga su relevancia durante el mayor tiempo posible, aprendiendo de las lecciones del F-22 y el F-35, dos programas que excedieron sus presupuestos y se prolongaron más de lo previsto.

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