Brandon J. Weichert, exmiembro del personal del Congreso de Estados Unidos y analista geopolítico, ha destacado que los submarinos rusos de la clase Borei-A representan “una gran mejora para la Armada rusa”. Según Weichert, estas embarcaciones son significativamente más silenciosas y avanzadas que sus predecesoras, lo que las convierte en una seria amenaza para los países occidentales.

En un análisis para The National Interest, Weichert subraya que la principal misión de estos submarinos es disuadir a los enemigos y, en caso necesario, ejecutar ataques nucleares. De acuerdo con su evaluación, Rusia planea contar con al menos 12 submarinos de la clase Borei para el año 2030.

Actualmente, la Armada rusa opera cuatro submarinos de la clase Borei-A: el Knyaz Vladimir, que pertenece a la Flota del Norte, y el Príncipe Oleg, el generalísimo Suvórov y el Imperator Aleksandr III, todos asignados a la Flota del Pacífico. Estas embarcaciones, equipadas con misiles balísticos y armamento nuclear, representan la columna vertebral de la fuerza disuasoria submarina de Rusia.

Los submarinos Borei-A representan una evolución considerable en comparación con los modelos anteriores de la clase 955, los cuales han sido actualizados al nivel 955A. Una característica destacada, según navyrecognition.com, es un revestimiento especial que absorbe el sonido, lo que permite a estos submarinos patrullar de manera casi imperceptible. Este revestimiento, junto con un diseño de equipo estratégico, ha sido mejorado en cada nueva unidad construida.

Navy Recognition también señala que gracias a los materiales modernos, estos submarinos son 100 veces más silenciosos que los modelos de la Guerra Fría. Además, los submarinos 955A están equipados con tecnologías avanzadas como toberas hidráulicas para un “movimiento sigiloso” y una “carcasa de bajo magnetismo”, que reducen aún más el ruido, dificultando su detección por sensores enemigos. Un informe de TASS incluso asegura que estos submarinos son más silenciosos que los de la clase Virginia de Estados Unidos, aunque esta afirmación no ha sido verificada de manera independiente.

En cuanto a su armamento, los Borei-A están equipados con 16 misiles balísticos intercontinentales del sistema Bulava, con un alcance de unos 9.300 kilómetros, lo que pone a buena parte del territorio continental de Estados Unidos al alcance de un ataque nuclear. Además, disponen de seis lanzadores de torpedos de 533 mm, misiles antisubmarinos y minas de fondo, aumentando significativamente su capacidad de combate.

Estos submarinos también están propulsados por un reactor nuclear OK-650W, con una capacidad de 170 MW. Destaca el Knyaz Pozharsky, el primero de la flota rusa en estar equipado con un “motor de chorro de bomba”, lo que lo hace aún más silencioso, según Grotnik. Además, los Borei-A están dotados de una antena esférica en la parte delantera, que forma parte del avanzado sistema de sonar MGK-600B Irtysh-Amfora-Borei.

Sin embargo, muchos informes, incluidos algunos de fuentes rusas, tienden a omitir comparaciones detalladas con los próximos submarinos de la clase Columbia de la Armada de Estados Unidos. Estos submarinos estadounidenses están siendo construidos con características avanzadas que podrían hacerlos los más silenciosos de la historia, utilizando propulsión eléctrica y los últimos sistemas de mando y control, navegación computarizada e interfaces de sensores y armas eléctricas.

Los submarinos de la clase Borei-A han sido protagonistas en varios ejercicios militares importantes. En octubre de 2019, participaron en los ejercicios estratégicos “Grom” en el mar de Barents, diseñados para probar las capacidades de las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia, incluidas las de los submarinos Borei-A para lanzar misiles balísticos en escenarios de combate simulados.

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Borei-A

Además de estos ejercicios estratégicos, los Borei-A realizan regularmente misiones de entrenamiento en el Ártico y participan en los ejercicios navales anuales “Ocean Shield”. En agosto de 2020, por ejemplo, participaron en maniobras en el mar Báltico, donde realizaron simulaciones de ataques para demostrar sus capacidades de sigilo y combate en entornos desafiantes.

Otro despliegue notable de los submarinos Borei-A ocurrió durante la expedición al Ártico “Umka-2021”, en marzo de 2021, donde estas embarcaciones emergieron a través del hielo ártico, demostrando su capacidad para operar en condiciones extremas. Este ejercicio subrayó la importancia estratégica del Ártico en los planes navales de Rusia. Los Borei-A también han sido utilizados en misiones de patrullaje en el océano Pacífico.

Gracias a sus capacidades mejoradas y su mayor sigilo, los submarinos Borei-A son considerados una amenaza significativa para las defensas occidentales. Como concluye Weichert, si estos submarinos son efectivamente más silenciosos y difíciles de detectar que sus contrapartes occidentales, su misión principal de lanzar armas nucleares desde el mar podría tener mayores probabilidades de éxito en comparación con submarinos similares.

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