La declaración de emergencia de salud pública de importancia internacional para la mpox (viruela del mono), emitida el pasado miércoles, 14 de agosto, por la Organización Mundial de la Salud (OMS), está siendo aprovechada por perfiles anticientíficos para propagar todo tipo de bulos. Entre ellos, que la OMS haya ordenado a los gobiernos prepararse para “megaconfinamientos” por este virus, o que este patógeno no exista y se trate, en realidad, del virus del herpes zóster. Estas falsedades se han viralizado en redes sociales, especialmente Facebook y X (antes Twitter).
Son los mismos perfiles que a partir de 2020 difundieron la teoría de la conspiración sobre la pandemia de Covid, que no sería otra cosa que una “plandemia”, un plan de multimillonarios para acabar con las libertades y crear un supuesto “nuevo orden mundial”. Esta vez se han apoyado en las declaraciones de un médico alemán, Wolfgang Wodarg, quien habría afirmado que lo que se presenta como viruela del mono es, en la mayoría de los casos, el herpes zóster, que los antivacunas apuntan como “uno de los más frecuentes efectos secundarios de la vacuna Covid”.
La verdad es que el herpes zóster lo causa un virus completamente diferente al mpox y de sobra conocido. El “zóster” es una infección secundaria del mismo virus que la varicela (VZV), que persiste en el organismo y se suele manifestar en edades avanzadas y en personas inmunodeprimidas. Puede producir pequeñas ampollas dolorosas que se presentan en racimo, de ahí que coloquialmente se le llame “culebrilla”.
La erupción cutánea que caracteriza a la viruela símica o mpox es muy distinta: abultamientos más grandes, elevados y llenos de líquido. “Miles de biólogos moleculares y yo mismo hemos detectado, secuenciado e identificado los virus mpox y VZV (virus varicela zóster)”, señala el presidente de la Sociedad Española de Diagnóstico Molecular, Diego Arroyo, quien remarca que “existen los dos”.
En cuanto a Wolfgang Wodarg, cuando era presidente de la Comisión de Salud de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, en 2010, afirmó que la gripe A era una falsa pandemia y uno de los mayores escándalos médicos del siglo. En 2020 dijo que los muertos por coronavirus en Italia eran en realidad fallecidos por gripe estacional, y que la solución a la crisis del coronavirus era “aislar en cuarentena a los alarmistas”. Este neumólogo alemán fue diputado del Partido Socialdemócrata germano y directivo de la ONG Transparencia Internacional, que el 25 de marzo de 2020 suspendió su membresía por estas declaraciones.
Un perfil en X a nombre de la médico gallega Natalia Prego, una de las cabezas visibles de movimiento antivacunas Médicos por la Verdad, ha difundido y respaldado el vídeo con las declaraciones de Wodarg. El posteo acumula más de 102.000 reproducciones. También el exdiputado de Ciudadanos Marcos de Quinto ha posteado el mismo vídeo y acusado a “la corrupta OMS” de “hacer el juego a las farmacéuticas”.
Otros perfiles, como el del periodista César Vidal, radicalmente hostil a las vacunas contra la Covid, han difundido que “la viruela del mono afecta y se transmite por actos homosexuales”, y que “el 99% de la población no corre ningún riesgo”. Este virus se transmite por contacto estrecho, no solo por actos homosexuales. Si bien en el brote anterior (2022-2023), causado por otro tipo del virus del mpox, se identificó a los hombres que tienen sexo como otros hombres como colectivo de riesgo, eso no significa que no exista riesgo para otras personas. Además, en esta emergencia, causada por otro clado viral (el I), abundan los casos entre niños y mujeres embarazadas. Según datos de la OMS, el 70% de los positivos corresponde a menores de 15 años, y el 39% son menores de 5 años. La tasa de letalidad en menores de un año es del 8,6%, frente al 2,4% en personas de 15 años o más. De las muertes notificadas hasta mayo de este año, el 62% fueron niños menores de 5 años.
En lo que respecta a los confinamientos, no forman parte de las medidas contra este brote ni se espera que lo sean nunca. Los modos principales de transmisión son diferentes a los de la Covid. El Centro Europeo de Control de Enfermedades recomienda el aislamiento del paciente o sospechoso de padecer la enfermedad hasta el término de los síntomas, pero no confinamientos de la población. Ya en el anterior brote, la OMS dijo que no se tomarían medidas similares a las aplicadas contra la Covid, y así fue.
En una apoteosis del disparate, otro cartel que se comparte estos días en redes sociales es uno que proclama que “los virus no existen”, y que “fueron creados por la industria farmacéutica, que utiliza la falsa Teoría del Germen de Louis Pasteur, bajo la financiación de David Rockefeller, para vender medicamentos y vacunas a la población con fines económicos y de control”. Además de una mentira es una falta de respeto a los millones de afectados y fallecidos por enfermedades víricas a lo largo de la historia. Como decía el famoso científico y divulgador Carl Sagan (1934-1996), “a un creyente no puedes convencerlo de nada; porque su creencia no está basada en evidencias, está basada en una profunda necesidad de creer”.
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