¿Qué le motivó a asumir el cargo de directora general?
Ha sido un tránsito natural. La anterior directora general se jubiló, y desde la congregación se consideró que yo podría ser una de las personas adecuadas para asumir este cargo, debido a mi conocimiento profundo de Mater. Al haber trabajado directamente con los servicios a las personas, entendí de primera mano lo que Mater representa, y esta continuidad en la dirección me pareció un paso lógico para seguir desarrollando nuestra labor.
¿Cuáles son las principales metas que espera alcanzar durante su primer año como directora?
Una de mis principales metas es continuar consolidando el modelo centrado en la persona, asegurándonos de que todos los recursos y herramientas estén alineados con las necesidades actuales de la entidad. Queremos ser una empresa social moderna y activa, que no solo ofrezca servicios, sino que también innove y desarrolle soluciones que respondan a los problemas actuales. Somos una entidad del tercer sector, con una fuerte vertiente social, y también contamos con un centro especial de ocupación y programas de inserción laboral. Esto nos coloca en una posición en la que debemos estar siempre al día, adaptándonos a las nuevas realidades, pero sin perder de vista nuestro compromiso fundamental: las personas.
¿Qué le inspira y motiva en su trabajo diario?
La sencillez y la posibilidad de ayudar, acompañar y ser un soporte para los demás. Desde siempre, he encontrado una gran satisfacción en poder aportar desde mi lugar a una entidad con un carisma tan particular, con una identidad que combina lo social con un fuerte sentido de misión. Me inspira pensar que no somos solo una entidad que trabaja con personas con discapacidad, sino que somos capaces de aportar un gran valor a la sociedad en general. Este sentido de comunidad, de trabajar por y para las personas, es lo que realmente me mueve y me da energía cada día.
¿Cuáles son los principales retos que enfrenta Mater y cómo planea abordarlos?
El mayor reto que enfrentamos es mantenernos como una entidad social relevante y de referencia en un contexto donde la competencia es cada vez mayor. Pero nuestra competencia no se trata de ser los mejores, sino de ser quienes ofrecen lo que realmente necesita la persona. Es un reto estar presentes en una sociedad que cambia rápidamente, en un mercado que es cada vez más competitivo, pero siempre con la mirada puesta en el bienestar de las personas que acompañamos.
¿Cuáles serán los proyectos de Mater en cuanto a la educación y el desarrollo comunitario?
Tenemos proyectos tanto internos como externos, siempre enfocados en la inclusión, porque creemos firmemente que la persona debe estar integrada en la sociedad. Por eso, cada alumno y cada familia que entra por las puertas de Mater recibe el apoyo necesario para desarrollarse plenamente. Además, estamos comprometidos con el medio ambiente, siguiendo nuestros principios franciscanos. Hemos desarrollado proyectos de gestión de residuos y protección de la fauna marina, especialmente en la colonia de Sant Jordi y Cabrera. Estos proyectos no solo nos permiten contribuir al cuidado de nuestro entorno, sino que también ofrecen oportunidades de formación y concienciación para las personas que acompañamos.
Hablando de tecnología, ¿qué impacto ha tenido en los proyectos educativos de Mater?
La tecnología es clave para nosotros. Atendemos a muchas personas con necesidades diversas, incluyendo la necesidad de comunicación alternativa. Utilizamos diferentes dispositivos, desde tablets hasta sistemas de comunicación alternativa con pictogramas e imágenes. Adaptamos el sistema de comunicación a cada persona, porque cada una es única. Este enfoque no solo se aplica a los alumnos, sino también a sus familias, para que todos puedan participar plenamente en la vida social. Sin la tecnología, sería mucho más difícil para estas personas ejercer su derecho a elegir y participar activamente en la sociedad.
¿Qué papel juega la colaboración con otras entidades y el gobierno en el éxito de los proyectos?
La colaboración es fundamental para nosotros. Trabajamos de la mano con el govern y otras entidades para construir proyectos que den respuesta a las necesidades de las personas que acompañamos. Por ejemplo, el govern nos ha dado apoyo escuchándonos para poder llevar a cabo proyectos conjuntos. Además, muchas otras entidades colaboran con Mater en proyectos artísticos, laborales, residenciales, o simplemente para conocernos y compartir experiencias.
¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta Mater al operar en distintos contextos culturales?
Aunque la congregación de las Hermanas Franciscanas está presente en varios países, Mater como entidad se centra principalmente en Mallorca. Aquí enfrentamos el reto de responder a las necesidades locales, que van desde la inserción laboral hasta los servicios residenciales. Por ejemplo, tenemos proyectos en Inca, donde gestionamos una finca con un proyecto de gallinas y huertos ecológicos, y en Sineu, donde tenemos un laboratorio creativo que incluye una cafetería y cocina, además de proyectos educativos y de formación profesional. En cada uno de estos lugares, trabajamos estrechamente con la comunidad local para aportar valor y recibir el apoyo necesario.
¿Cuál es el futuro de Mater?
En nuestro plan estratégico, una de las líneas principales es seguir siendo una empresa social relevante, con un enfoque especial en el Centro Especial de Ocupación. Queremos abrir nuevas oportunidades de empleo para las personas con discapacidad, acercando a las empresas ordinarias el gran valor que estas personas pueden aportar. Queremos desarrollar nuevos programas de formación dual y de transición a la vida adulta, para que las personas que acompañamos estén formadas y preparadas para enfrentarse al mundo laboral.
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