Después de un 2023 de récord, el sector agroalimentario español (que incluye desde frutas, pescado y verduras frescos hasta lácteos, vino, embutidos y aceites) consolida este 2024 su buen ritmo exportador, en un momento en el que, sin embargo, el conjunto de las ventas de empresas españolas al exterior acumulan varios meses de caída. El impulso del sector es tal, que fue el que más creció en el primer semestre de este año, con un aumento acumulado del 6,2%, cuando el global exportador de las empresas españolas disminuyó en ese mismo periodo un 2,4%, según el Informe Mensual de Comercio Exterior, que ha hecho público este lunes el Ministerio de Economía.
El pasado junio, el total de las exportaciones españolas superaron los 32.968 millones, «el segundo mayor valor de la serie histórica para un mes de junio», indica Economía en su valoración de los resultados. Es una caída del 3% para España, algo menor, sin embargo, a las que han registrado otros países de la Unión Europea como Alemania (-8,3%), Francia (-6,9%) e Italia (-6,1%). Y aunque en ese mes las exportaciones agroalimentarias sufrieron un recorte del 1,3% respecto al mismo mes del año anterior, el sector se consolidó como el segundo en volumen de ventas al exterior.
Para la Asociación de las Empresas Industriales Internacionalizadas (Amec), la principal responsable de la disminucion de las exportaciones es «la incertidumbre global», que hace que «los procesos de toma de decisiones por parte de los clientes internacionales se hayan ralentizado». La entidad está especialmente preocupada por la evolución del sector químico, «que tras la pandemia contribuía muy positivamente a las exportaciones, pero que ha llegado a un punto de inflexión sobre todo marcado por el subsector de los medicamentos«, lamenta el director general de Amec, Joan Tristany. En el primer trimestre de este año registró una caída del 13,8%.
El líder exportador sigue siendo, pese a que suma un retroceso del 0,6% en los últimos seis meses, el sector de los bienes de equipo (en los que se incluyen la maquinaria industrial, el material de transporte y los equipos de telecomunicaciones, entre otros), pero lo cierto es que el de la alimentación, las bebidas y el tabaco se le está situando muy cerca.
Si entre enero y junio de 2023, los alimentos supusieron un 17,5% del total de las exportaciones españolas, en el mismo periodo de este año el peso de este sector ha escalado al 19%, hasta alcanzar un valor de 37.117,3 millones de euros. Los bienes de equipo representaron, por su parte, un 18,9% del global exportador en el primer semestre del año pasado y, pese a que las ventas descendieron ese 0,6%, hasta los 37.599 millones de euros, en términos relativos su porcentaje sobre el total en los primeros seis meses de 2024 subió al 19,3%.
Un sector en alza
Que la agroalimentación vive un gran momento exportador lo atestigua también el último ‘Informe Mensual de Comercio Exterior Agroalimentario y Pesquero’ que publicó el pasado viernes el Ministerio de Agricultura, en el que se detalla que en el ‘año móvil’ transcurrido entre junio de 2023 y mayo de 2024 (últimos datos disponibles), las exportaciones del sector sumaron 72.252 millones de euros, lo que supuso un incremento del 2,9% a lo largo del periodo. El porcentaje de aumento es ligeramente inferior al que se anotó en el ejercicio de 2023, que fue del 3,5%.
El departamento que dirige Luis Planas recuerda que el año pasado, con los precios internacionales de los productos todavía altos, pese a que se redujeron a medida que fue avanzando el ejercicio, «en el conjunto de la economía española las exportaciones descendieron un 1%». «Sin embargo -subraya Agricultura-, el sector agroalimentario y pesquero presentó un comportamiento diferencial respecto a la mayoría del resto de sectores económicos y registró un aumento con respecto a 2022, hasta superar por primera vez los 70.000 millones de euros».
Y el diferencial se ha agrandado más en 2024. En el ‘año móvil’ entre junio de 2023 y mayo de 2024, el valor del conjunto de las exportaciones de la economía española retrocedió el 4,3%. Sin embargo, en ese mismo periodo, el montante exportador del sector agroalimentario y pesquero creció el 2,9%, impulsado, sobre todo, por los productos transformados por la industria, cuyas ventas al exterior subieron el 5,5% en los 12 meses transcurridos hasta mayo pasado.
El tirón del aceite de oliva
Los precios del aceite de oliva han sido una de las claves del incremento. El volumen de aceite exportado se mantuvo estable, pero se ha comercializado un 39,7%. Solo en Andalucía, territorio que concentra el 68% de las exportaciones aceiteras españolas, las ventas al exterior aumentaron un 75% entre enero y mayo de este año hasta alcanzar por primera vez en la historia más de 2.000 millones, según informó hace unos días la Consejería de Economía de la comunidad andaluza. En cinco meses, la facturación fue 685 millones superior a su anterior registro récord, conseguido en 2017 con 1.358 millones.
Y aunque la exportación de carne de porcino, uno de los motores de este sector económico, descendió el pasado mayo, aumentaron las de cítricos, frutos rojos, frutas de hueso, melones y sandías. De hecho, el conjunto de las cárnicas registró un descenso ese mes, del 2,9%. El gran batacazo, no obstante, lo vivieron los exportadores de cereales, con una disminución del 6%, y los de semillas oleaginosas, con un 7,1% menos de ventas al exterior.
El último análisis mensual de Agricultura indica que en mayo fueron 3.195 toneladas de productos las que salieron de España ese mes con destino a otros países frente a las 3.071 toneladas del mes de mayo del año pasado. El dato es también el segundo mayor de los 12 últimos meses, solo por detrás del de este abril, cuando las exportaciones alcanzaron las 3.198 toneladas.
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