El pasado miércoles 14 de agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alarmó a la comunidad internacional al decretar una alerta de emergencia de salud pública por la propagación más allá de África de la nueva cepa más letal de la viruela del mono, conocida como clade 1.
En España, se han notificado 20 casos del virus mpox desde el 2 de julio de 2024, según Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), pero todos pertenecen a la variante clade 2, la que generó otra alerta sanitaria en España en mayo de 2022.
«La situación que teníamos en España no ha cambiado en los últimos meses», ha asegurado el doctor Javier Membrillo de Novales, vicepresidente y coordinador del Grupo de Trabajo de Mpox de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), a nuestro medio: «En los dos últimos años, no hemos dejado de tener una transmisión sostenida de mpox de clade 2″.
De hecho, desde el brote en Madrid en la Sauna Paraíso, España ha sido el país de Europa con más personas afectadas por este virus en los dos últimos años, con 8.104 casos confirmados. Unos datos que no deberían asustarnos:
- «No hay alerta urgente por nada que haya pasado en los últimos días ni tampoco ha cambiado gran cosa. La declaración de la OMS es una llamada a la precaución que tenemos que tener y, sobre todo, a la ayuda a países africanos donde no tienen los medios que tenemos nosotros».
La respuesta de la salud pública española a los casos de viruela del mono
Javier Membrillo, desde la SEIMC, aclara que el problema está en la falta de recursos de los hospitales para distinguir entre una variante y otra. Para distinguir entre clade 1 y 2 «es necesario un diagnóstico microbiológico que no está a disposición de todos los hospitales».
«Es muy importante mantener capacidades en los laboratorios de microbiología de los hospitales españoles que estén disponibles las 24 horas del día, los siete días de la semana», ha pedido y ha denunciado «la reducción de las carteras de servicios» en regiones españolas.
«El personal se ha reducido por la finalización de los contratos COVID», provocando que algunos hospitales hayan tenido que decidir entre tener turno de noche, o turno de fin de semana. Otros, han reducido las opciones de pruebas médicas para asegurar tener un turno constante de 24 horas.
En el caso de la viruela del mono, «si hay sospecha epidemiológica por haber viajado a uno de estos países», hay posibilidad de consultar a centros que sí tengan disponible esta prueba. No obstante, el especialista segura que «si queremos estar preparados para esta y para la siguiente enfermedad infecciosa, tenemos que estar listos, mantener estos medios y potenciarlos».
«Cada verano tendremos más brotes por el cambio climático y por el aumento de los viajes internacionales. Como ha acabado la pandemia del COVID 19, se están reduciendo estos recursos cuando hay que hacer justo lo contrario».
La vacuna, la solución más rápida y efectiva
Tras el brote inicial de viruela del mono hace dos años, se empezó a vacunar a la población en riesgo para evitar que se siguiera expandiendo. Sin embargo, muchos no se pudieron vacunar y, la mitad que sí pudieron hacerlo, no completaron la dosis. «En muchos casos, ha sido porque han tenido problemas para acceder a la vacuna por falta de disponibilidad de citas en los centros de vacunación», ha explicado el experto.
Por eso, los agentes médicos esperan que las reuniones que el Ministerio de Sanidad de España tiene planeadas esta semana con la UE y las Comunidades Autonómicas consigan:
- Distribuir más vacunas a la comunidad autónomas.
- Establecer mecanismos para que la población susceptible de vacunarse.
«La vacuna no es para toda la población», aclara Membrillo: «Son grupos específicos que deben poder acceder con facilidad a la vacunación». «Estamos hablando de una infección que fundamentalmente no se podría transmitir por gotas respiratorias como el COVID-19 y que se transmite con el contacto estrecho piel con piel. Con lo cual, a día a día de hoy la recomendación es vacunar a personas que tengan múltiples parejas sexuales por el riesgo de contagio durante la relación sexual».
Las parejas heterosexuales, el nuevo foco de preocupación
Según un estudio del grupo de investigación de Javier Membrillo en 2022, el 97,7% de los casos se han transmitido por relaciones sexuales donde el «contacto directo de la piel del paciente con las lesiones que las vesículas que produce la enfermedad con la persona que se contagia».
Un método de contagio del que no hay ninguna razón fisiológica por la que esté más riesgo una orientación sexual que con otra, pero que, normalmente, se asocia a los hombres homosexuales o bisexuales que tienen relaciones con otros hombres.
«Deberíamos hacer una llamada a la concienciación de la población heterosexual para que sepa que esta enfermedad existe y que el preservativo no nos va ayudar a evitar el contagio»
Con la nueva cepa africana, que también afecta a niños, los contagios están siendo fundamentalmente entre parejas heterosexuales. Por eso, es importante recalcar que «odas las prácticas sexuales pueden conllevar la transmisión del virus».
«Deberíamos hacer una llamada a la concienciación de la población heterosexual para que sepa que esta enfermedad existe y que el preservativo no nos va a ayudar a evitar el contagio«.
«Si una persona que tiene fiebre y/o tiene lesiones en la piel y alrededor de sus genitales, aunque no sepamos de medicina, lo más razonable es que dejes de tener relaciones sexuales con esa persona«.