Fascinado por la electrónica colombiana el trío Ácido Pantera pondrá la cuota rumbera en la 35º edición del Encuentro de Música Teresa de Bolívar, cuyo concierto tendrá lugar el próximo día 14 de septiembre en Teror en el marco del evento organizado por la Consejería de Cultura del Cabildo grancanario con motivo de las Fiestas del Pino. El grupo al que el pasado año pudimos escuchar en el Festival Sonora celebrado a la orilla de la playa de Las Canteras, se subirá al escenario de la Plaza de Sintes de la Villa Mariana para desplegar su enérgica y electrizante propuesta musical en la que fusiona y explora los géneros que introduce en la batidora tropical de la colombianidad, como el vallenato, el merengue o la cumbia, entre otros muchos. Ácido Pantera comparte tarima en la segunda velada de este histórico festival con el cubano Renesito Avich y el cantador grancanario de raíz folclórica Abelardo el Tormento.
En su reciente álbum titulado Alta Pachanga planteó una exploración sonora por todos esos géneros que definen la música tropical colombiana, con la pretensión de saber cómo reaccionaría el público al sabor de esa ensalada mixta que mezclaba los géneros antiguos aliñados de una nueva manera. «Somos representantes de la alta farra electrónica con acento colombiano», explica Diego Veira, miembro del trío que ha colaborado mixturando los beats de su música electrónica con otras bandas como Bomba Estéreo, La Payara o Sidestepper.
Ácido Pantera es una de las formaciones que han revolucionado la escena musical colombiana alterando los sonidos tradicionales más populares del país y mezclándolos con otras vanguardias sonoras, con las que se han plantado en festivales como el Sonora de Gran Canaria, Cordillera de Bogotá, Glastonbury de Reino Unido, Ruido Fest de Chicago; Sziget Festival de Budapest o el Ariano Folk Festival de Italia, entre otros grandes eventos musicales. «Ácido Pantera es una mezcla de texturas y sonoridades», explica Juan Correal, vocalista, frontman y productor del trío.
«Oxigenamos el pasado y la tradición con músicas modernas demostrando que todavía hay un camino por recorrer y explorar. El folclore se renueva tanto como las nuevas generaciones lo desean. Está en la palabra, en el ritmo, en el instrumento… el folclore viene siendo un constante evolutivo y todos podemos trabajar con él; depende de tus ambiciones y talento. Siempre es posible encontrar nuevos lugares mirando hacia atrás», añade Correal al justificar los sonidos extraídos de su singular coctelera colombiana de baile que empezó a agitarse hace más de ocho años.
Adivinan que su concierto en Teror será una fiesta. «Nosotros nos entregamos en cada concierto para que la gente se contagie de este ritmo latino electrónico que les trae Ácido Pantera. Desde la primera canción de nuestro repertorio intentaremos conectar con energía con el público, los haremos bailar generando un lindo ritual. Trataremos de botarla toda para que la gente se enchufe y baile nuestras canciones», adelanta el instrumentista Diego Veira. «Sonará la alta pachanga con un recorrido por diferentes músicas que acompañan a las fiestas colombianas como la cumbia, el merengue, el ballenato, la champeta… Será un banquete de ritmos colombianos y de energía musical. Al traer tanta tradición de Colombia y al ser un público hispanohablante conectaremos seguramente muy bien con las generaciones más jóvenes», añade Juan Correal.
En 2022, Diego Veira, Juan Correal y Yeyo Vazques pasaron por los ‘showcases’ de Mapas, en la capital
«Siempre España ha sido una buena plaza para Ácido Pantera y en Canarias siempre nos han recibido con las manos abiertas. La conexión cultural en su sangre con Latinoamérica es vital para que reciban y acepten tan bien nuestra música a diferencia de otros países europeos. El idioma hace aún más poderosa esa conexión», comenta Correal. En 2022, el grupo pasó por los showcases del Mercado de las Artes Performativas del Atlántico Sur, Mapas, que también se celebró en la capital grancanaria.
La Tostadora, en el origen
El proyecto de Ácido Pantera se construye sobre las cenizas de otra propuesta promovida por Diego Veira y Juan Correal en 2017 conocida como La Tostadora, un proyecto juvenil de experimentación que abrió las puertas a la exploración musical de este par de creativos que se atrevieron a fusionar entonces géneros folclóricos con elementos electrónicos modernos. El músico barranquillero y percusionista Enrique Yeyo Vazques se uniría después a Ácido Pantera. «Tratamos de hacer algo abrupto y radical en la medida en que borramos todo lo que teníamos de la época de La Tostadora en redes sociales. Hicimos un video en Ecuador en el que destruíamos una tostadora y le comunicábamos a nuestro público que ya no seguiríamos llamándonos así. A nivel musical fue un cambio de un género hacia un ámbito más duro del electro house, más fiestero, pero siempre con el género folclórico como base. Nuestra música necesitaba de una renovación, reformulación o reinterpretación para que los sonidos más frescos el público más joven no los contemplara como algo lejano, sino como algo muy cercano», dice Diego Viera. «Tratamos de encontrar un terreno común donde los ritmos, las escalas y los timbres de diferentes instrumentos pudieran coexistir en armonía. Por eso nuestra primera entrega discográfica representa un viaje musical que busca revitalizar géneros arraigados en la cultura colombiana y latinoamericana, explorando y mezclando ritmos que nunca antes nadie se había atrevido a juntar».
Para Correal, «el mayor logro que ha realizado Ácido Pantera a la música colombiana es inspirar a las nuevas generaciones de productores a explorar las nuevas olas de músicas dentro de Colombia y a exportarlas, antes de imitar las músicas comerciales que se hacen en el extranjero». Veira asevera que «el público no está al tanto de lo que realmente escucha y quiere bailar, sino que son los prescriptores y generadores de opinión en connivencia con la industria los que generan las modas».
Exportar el folclore
«Nuestra premisa es poder llevar los sonidos electrónicos hacia nuestras raíces y poder exportar nuestro folclore y nuestra música tradicional o la herencia sonora con la que hemos crecido, tanto de origen colombiano como latinoamericano, a los lugares donde la música electrónica ha podido permearse a través de festivales en todo el mundo», agrega Juan Correal.
El mayor logro de la formación ha sido inspirar a las nuevas generaciones de músicos colombianos
Cada miembro aporta sus gustos personales y diferentes influencias musicales al proyecto. Yeyo Vazques es un apasionado de los ritmos latinos, como la salsa, el merengue, la champeta y el reguetón. Juan se inclina hacia el rap, el hip-hop y la electrónica, fusionando letras significativas con experimentación electrónica. Mientras que Diego, además de ser DJ y crear su propia escena en Bogotá, aporta su conocimiento en géneros como el house, el disco-house, el new disco y el dark disco, elementos que contribuyen a la innovación y modernidad del sonido de Ácido Pantera.
«Nuestro nombre proviene del ácido que tiene el sonido muy particular de la música electrónica y los sintetizadores que viene del acid house y de las frutas tropicales y exóticas del trópico, todo ello mezclado con la pantera, que es un animal muy indómito, solitario, nocturno y poderoso. Nos pareció un nombre contundente y un buen juego de palabras para ponerle a nuestra banda», sostiene Correal. «Nuestro sonido tiene toda una tradición detrás de las músicas frescas de Colombia que aborda una narrativa joven, de una manera de vivir muy citadina y cotidiana, pero siempre tratando de poner un pie en el folclore colombiano con sus instrumentos tan tradicionales que nos dan un sonido único», puntualiza el integrante de Ácido Pantera.
