Este lunes se juega la final y acabará el Masters 1.000 de Cincinnati, cuya edición de 2024 se recordará sobre todo porque Carlos Alcaraz destrozó por primera vez una raqueta en su incipiente carrera profesional. 

El mundo del tenis asistió atónito al furioso e inédito arrebato de rabia que protagonizó el viernes el jugador murciano. Desquiciado ante Gael Monfils, debut y derrota por 4-6, 7-6 y 6-4, perdió los papeles en una pista como nunca antes había ocurrido, de ahí que el destrozo de su raqueta con cuatro violentos golpes contra el suelo causase un buen revuelo, más teniendo en cuenta el estatus que ya tiene Alcaraz en el tenis: a sus 19 años se convirtió en el nº 1 más joven de la historia, a los 21 ya tiene cuatro Grand Slams y los próximos años está llamado a marcar una época, el tiempo dirá si a la altura de los más grandes, tal es el arsenal que posee el español.

Como consecuencia, todo lo que hace y dice Alcaraz se mira con lupa. Novak Djokovic a menudo se pregunta por qué no tiene la misma estima popular que Rafa Nadal y Roger Federer, sus compañeros del ‘Big Three’. Cada uno tendrá su opinión sobre esa percepción del serbio, pero es una evidencia que durante sus carreras el comportamiento en pista de Djokovic no ha estado a la altura del exhibido por el español y el suizo: filias y fobias aparte, ese detalle seguramente tiene algo que ver en esa realidad.

Desde su eclosión, Alcaraz es un tenista que con su juego y espontaneidad se ha ganado el favor del público. En su mano está mantener ese cariño de la gente. Gestos como el del otro día van en su contra, eso lo sabe cualquiera, pero también depende de él demostrar que fue un accidente aislado y que no se repetirá en el tiempo, lo que ya sería más reprobable.

“Pido perdón porque mi actitud no fue correcta y es algo que no debería hacerse dentro de una pista. Soy humano, tenía acumulación de nervios dentro y a veces es muy complicado controlarse cuando estás con las pulsaciones tan altas. Trabajaré para que no vuelva a repetirse. Hora de pensar en Nueva York”, se disculpó Alcaraz. El primer paso en la dirección correcta ya está dado por parte de Carlos, enfocado ya en el inminente US Open, el cuarto y último Grand Slam del año.



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