De acuerdo con los datos divulgados hoy por la Oficina Central de Estadística, la economía de Israel experimentó una contracción en el segundo trimestre de 2024. Aunque el crecimiento del PIB alcanzó un 1,2% anualizado durante este período, el PIB per cápita reflejó un descenso del 0,4% anualizado, ajustado por el incremento poblacional.

El crecimiento fue liderado por el consumo privado, que se incrementó un 12% anualizado y un 2,9% en el segundo trimestre, mostrando una tendencia ascendente desde principios del año.

Esto contrasta con la fuerte caída registrada en el cuarto trimestre de 2023, coincidiendo con el inicio de la guerra bélico. El aumento del PIB se vio impulsado principalmente por el gasto público, que registró un alza del 8,2% durante el segundo trimestre, mientras que la producción empresarial disminuyó un 1,9%.

Las cifras también evidencian una desaceleración del consumo, luego de un fuerte “repunte” observado en el primer trimestre, cuando el crecimiento anualizado del PIB alcanzó un 14,1%.

En términos anuales, la economía israelí registró un crecimiento del 2% en 2023, lo cual implicó una disminución del 0,1% en el PIB per cápita, en línea con el crecimiento demográfico.

Este resultado contrasta con el notable crecimiento del 6,5% registrado en 2022. Aparte del año 2020, marcado por la pandemia de Covid-19, cuando la economía israelí se contrajo un 2,5%, la última contracción significativa del país se había registrado en 2009 tras la crisis financiera global.

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