«El pueblo está roto de dolor porque, aunque cualquier asesinato es doloroso, cuánto más el de un niño inocente que jugaba con sus amigos al fútbol«. Concepción Cedillo, la alcaldesa de Mocejón, el pueblo de Toledo en el que una persona ha matado este domingo de numerosas puñaladas a un menor de 11 años que estaba jugando en el campo de fútbol, ha tenido que hacer grandes esfuerzos para no romperse durante el minuto de silencio convocado por el Ayuntamiento, al que se han sumado medio millar de vecinos.
La convocatoria de apoyo a la familia y de repulsa ante un crimen, cuya motivación sigue siendo una incógnita, ha dejado escenas de muchísimo dolor. Entre ellas las del llanto de los amigos del pequeño Mateo y sus compañeros de equipo en las categorías inferiores del CD Mocejón, que a modo de homenaje han mostrado una camiseta con el nombre del niño asesinado y carteles en los que podían leerse mensajes como «te recordaremos siempre en nuestros corazones».
«No hay palabras para condenar todo esto», ha asegurado Cedillo -que también es presidenta de la Diputación de Toledo- durante su atención a los medios de comunicación, que ha aprovechado para mandar «todo el apoyo a la familia», muy conocida en la localidad al regentar una panadería.
El Ayuntamiento de Mocejón, un pueblo de unos 5.000 habitantes situado a solo 15 kilómetros al norte de Toledo capital, ha decretado tres días de luto oficial y la gran bandera de España que recibe a los vecinos y visitantes en la principal rotonda de acceso a la localidad ya ondea a media asta.
Un familiar del niño al que han segado la vida ha leído un manifiesto en donde se aseguraba que el municipio se ha despertado con un «terrible e incomprensible suceso» que «nadie puede llegar a entender» y que les ha «rotos de dolor».
También ha dado dado el pésame a la familia y allegados del menor, «que están viviendo unos dolorosísimos momentos», así como a los niños que jugaban con él y que se encuentran «consternados tras presenciar el asesinato de su amigo».
La Guardia Civil trabaja «a destajo»
A la concentración han acudido, además de vecinos y familiares de Mateo, autoridades regionales y provinciales como la portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Esther Padilla; el presidente del PP de Toledo, Carlos Velázquez; o la delegada del Gobierno de Castilla-La Mancha, Milagros Tolón.
Esta última ha asegurado que la Guardia Civil trabaja «a destajo» para localizar y detener lo antes posible al asesino. Pese a que ha recordado que el juzgado que se ha hecho cargo del caso ha decretado el secreto del sumario, ha detallado que a la ‘operación jaula’ que ha montado el instituto armado tanto en el pueblo como en los alrededores se han sumado agentes llegados desde la Comunidad de Madrid.
Desde la región vecina se ha desplazado también un helicóptero encargado de la vigilancia aérea y una unidad subacuática con el objetivo de que «todo el peso de la ley» caiga sobre el responsable de los hechos, que ha actuado con el rostro parcialmente tapado.
«No puedo contar nada más pues hay secreto de sumario. Están en juego muchas cosas«, ha finalizado la delegada, que no ha entrado a valorar las distintas hipótesis que se barajan en el pueblo y que tratan de buscar una explicación a la muerte de Mateo, que según testigos no ha podido huir cuando el asesino ha accedido al campo de fútbol -algo que sí han hecho sus amigos- y ha recibido multitud de puñaladas que han impedido a los sanitarios hacer nada por salvar su vida.
Aunque habrá que esperar a que en las próximas horas avance la investigación, por las características del ataque todo apunta a que el asesino que ha apuñalado a Mateo como podría haberlo hecho a cualquiera de los otros niños con los que estaba jugando al fútbol.
A falta de información oficial, los grupos de WhatsApp y las redes sociales son un hervidero en Mocejón, donde los vecinos manejan varias teorías y tratan de colaborar en la identificación del autor de las puñaladas. Incluso se han viralizado algunas características personales del presunto asesino, que sería rubio y tendría el pelo rapado, al igual que la matrícula de un viejo Ford Mondeo de color gris en el que podría haber huido.
En un primer momento, los mocejoneros han pensado que el ataque podría deberse a la actuación de un lobo solitario con motivaciones yihadistas. Aunque esa teoría aún no ha sido desmentida por los investigadores se ha ido desvaneciendo a lo largo de las horas.
Ahora mismo se especula también con que el asesino podría haber llevado a cabo algún tipo de ritual iniciático o reto relacionado con bandas juveniles violentas, que padezca problemas graves de salud mental o que haya ejecutado algún tipo de venganza.
Mientras la Guardia Civil trata de estrechar el cerco sobre el criminal, el pueblo de Mocejón llora a Mateo y pide la pronta detención del hombre que le ha quitado inexplicablemente la vida, del que fuentes de la investigación también han dicho en una fase inicial que podría ser un menor de 16 o 17 años.