El listón está muy alto y los cambios son numerosos, pero el Casademont femenino lo quiere volver a hacer. Tras dos años que, pase lo que pase ya en el futuro, quedarán siempre para el recuerdo, el equipo que volverá a capitanear Carlos Cantero comienza este lunes su preparación para la nueva temporada.
En el brillante pasado del Casademont quedan ya nombres tan importantes como los de Vega Gimeno o Leo Fiebich, pero, sin tiempo para lamentaciones, la pretemporada del equipo da sus primeros pasos con los protocolarios reconocimientos médicos y con el primer entrenamiento, que se celebrará por la tarde en el pabellón Príncipe Felipe a partir de las 19.00 horas.
Será la ocasión perfecta para que las nuevas caras de las aragonesas conozcan a las que van a ser sus nuevas compañeras. Del pasado curso sobreviven solamente en el Casademont Mariona Ortiz, Tanaya Atkinson, Ainhoa Gervasini, Nerea Hermosa y Helena Oma, que volverá a las canchas tras su grave lesión de rodilla. Por contra, las mujeres en las que ha confiado la dirección deportiva del Casademont, así como su entrenador, son las siguientes: Helena Pueyo, Laia Flores, Miroslava Mistinova, Stephanie Mawuli, Melisa Brcaninovic, Ellen Nystrom y una vieja conocida, Markeisha Gatling, que regresa de su retiro para vivir su tercera etapa en Zaragoza con el deseo de que sea tan exitosa como lo fueron las anteriores, en las que la conquista de la Copa del Rey fue el colofón perfecto para la jugadora americana, que no quería abandonar el equipo sin levantar un título.
Objetivos y abonos
Precisamente Gatling será una de las ausentes en el primer día de curso del Casademont. A la estadounidense se le espera el miércoles. Mañana hará su primera aparición Ellen Nystrom, que ha retrasado su llegada un día con el permiso del club. Las otras diez jugadoras se pondrán ya hoy a las órdenes de Carlos Cantero en una temporada en la que se espera que Leyre Urdiain continúe siendo la jugadora número 13 de la plantilla.
Tendrá que ponerse rápido a tono el Casademont Zaragoza femenino, ya que una gran parte de su temporada se la juega muy pronto. La fase previa de la Euroliga, en la que las aragonesas se van a enfrentar al CSM Constanta, se encuentra solo a un mes vista (el 18 de septiembre jugarán las de Cantero en Rumanía y el 25 en el Felipe) y deberá dar ahí ya el Casademont el do de pecho para repetir participación en la máxima competición europea. En busca de la mejor forma posible, el club ha planteado una pretemporada con, al menos, cuatro amistosos.
Clave será, como los cursos pasados, el apoyo de una afición que está cerca de llegar a los 1.000 abonados únicos para el equipo femenino. Hasta el momento son 978 los que se han apuntado y desde las redes sociales del club hicieron un llamamiento para tratar de alcanzar ese redondo número.